“No se trata solo de música, sino de devolver a la comunidad aquello que has aprendido”

Kato Change. Foto: Andrew Mageto.

Kato Change. Foto: Andrew Mageto.

Con tan solo 23 años, Kato Change se ha convertido en uno de los guitarristas más prestigiosos y más singulares del África del Este. Guitarrista del exitoso programa televisivo Coke Studio Africa, donde Coca Cola ha juntado en una primera temporada a los músicos más célebres del continente para hacer directos televisados, Kato es un fenómeno cuya carrera no ha hecho más que empezar. Pudimos conversar con él y con una de las voces inseparables del músico, Lisa Oduor, en el estudio de grabación donde se ha gestado su primer álbum y en el que nos ha contado quién es Kato Change y como se ha convertido en uno de los músicos más codiciados del continente.

K.C: Mis padres me compraron una batería cuando tenía 3 años, pero tan solo duró un mes. Me puse a tocar violín en la escuela y me aficioné al gospel durante unos años. Pero nunca sentí que ese instrumento fuera para mí. Mi padre tenía por casa una guitarra que se había fabricado antes de que yo naciera. Cuando hice 13 años la hice arreglar, me fui a YouTube y aprendí a tocar canciones de Bob Marley. Al acabar el instituto me puse a tocar con una banda de rock, aunque el rock no me gustaba, pero cuando empecé a tocarlo empecé a apreciarlo y a quererlo. Fue un par de años más tarde que me llamó Maia Von Lekow, con la que estuve girando durante un par de años. Y en 2010 me enrolé con una banda de Afropop con la que toqué para muchos músicos de Kenya como Atemi Oyungu, Just A Band… Hace un par de años me llamó un pianista del mundo del Jazz invitándome a tocar con su cuarteto, así que me empecé a acercar al Jazz de aromas más africanas. A partir de ahí empecé a viajar, me fui a Estados Unidos, y encontré algo que era puramente mío, mi parte más africana. Fue a la vuelta que conocí a Lisa, la junté con el Jazz y grabamos Sta-Ka-To.

G: Y la mezcla funcionó, vaya si funcionó!

K.C: Mucho. Así que formé el cuarteto The Change Experience, con el que busco mi propia marca. Pero no se trata solo de música, sino también de devolver a la comunidad aquello que he aprendido. Enseño en las escuelas menos favorecidas desde hace cuatro años junto a un colectivo de músicos, Music Culture Foundation, donde impartimos clases gratis para los chavales de los slums. Pero con The Change Experience, a parte, intento representar la música africana. Por eso mi logo contiene África. Lo que quiero es que la gente pueda experimentar mi viaje musical como músico keniano, pero sobre todo como músico africano.

G: ¿Tenías antecedentes en el mundo de la música dentro de tu família?

K.C: Y tanto. Mi primo es productor. Mi tío es pianista. Mis padres y mi hermana no se dedican a la música pero les encanta…

G: ¿Pero has tenido maestros?

K.C: Solo asistí a clases en el conservatorio durante dos meses. Mi principal maestro es YouTube. Me lanzo de cabeza a los videotutoriales, toco encima de los temas que me gustan y la verdad es que se aprende muchísimo de esta forma.

G: ¿Y qué músicos te han influenciado más?

K.C: Sobre todo los músicos del África Occidental, como el maliense Baba Maal, el senegalés Youssou N’Dour, el congoleño Lokua Kanza, el camerunés Richard Bona… ¡Qué bestia está hecho Richard Bona, por Dios! Eweke, un guitarrista de Jazz. El Kwaito sudafricano también me gusta mucho. Bandas como Mafikizolo… Bueno, y toda esa tribu de fenómenos norteamericanos como Herbie Hancock, Esperanza Spalding…

G: Y todas estas influencias y tu trabajo para encontrar tu propio sonido te ha llevado a convertirte en uno de los músicos más mediáticos del África del Este.

K.C: Bueno, salgo en la tele. (Sonríe). Participo en programas como Patricia Show, Coke Studio Africa y en Tusker Project Fame. He participado en un programa llamado One Beat, tocando con artistas de todo el mundo.

G: ¿Con qué otros músicos africanos has tocado?

K.C: He tenido el lujo de tocar con Salif Keita, King Sunny Ade, Seun Kuti y raperos muy famosos del continente.

G: ¿Y has pisado muchos escenarios?

K.C: He tocado en escenarios grandes como el Sierra Jazz Festival, el Blankets & Wine Festival o en el Safaricom Jazz Festival de Nairobi, pero sobre todo toco en escenarios pequeños, como el Safaricom House.

G: ¿Crees que existe una escena jazzística en el África del Este?

K.C: ¡Y tanto que existe! Lo que pasa es que aún está creciendo. La gente está empezando a respetar más el Jazz, te das cuenta que el público empieza a apreciar los solos y a aplaudir después de que un músico ofrezca su diálogo particular. Sobre todo en Kenya, el Jazz está cada vez más presente, cada vez hay más espectáculos y festivales dedicados a este género.

G: ¿Qué nombres encontramos en la escena local?

K.C: A parte del célebre guitarrista Eddie Grey o la trompetista Christine Kamau, hay muy poca gente especializada en el Jazz, así que todos nos conocemos entre nosotros y nos retroalimentamos. Pero, por ejemplo, solo en Nairobi te puedes encontrar miles de guitarristas buenos que van emergiendo. Es una escena que está creciendo muchísimo.

G: Pero, ¿hay una infraestructura fuerte que proteja a los músicos en Kenya? ¿Con qué dificultades se encuentran los músicos en Kenya?

K.C: No es fácil hacer dinero con la música. La industria musical keniana es muy pequeña y la gente no está muy abierta a escuchar cosas distintas. Hay dinero, definitivamente, hay mucho dinero en la industria musical, pero el desafío es saber dónde encontrarlo y a quién arrimarse para ello.

L.O: Tienes que saber muy bien con quién confiar y con quién no.

K.C: Y también, tener a alguien con quien confiar fuera del continente, para que tu música trascienda las fronteras físicas de tu país y de tu continente. Porqué de repente sales de él y nadie sabe nada sobre la música de Kenya. ¡Con todo lo que ocurre aquí a nivel musical!

G: Kato, cuéntanos acerca de tu gira por Estados Unidos.

K.C: La gira me llevó de Florida a Nueva York. Tenía un par de contactos allí. De hecho, estoy planeando volver a hacer una gira el próximo Septiembre con un trío que tengo con el bajista nigeriano Kayode Kuti, con los que también estamos grabando un álbum de Jazz instrumental.

G: Es impresionante todo lo que has hecho en tan poco tiempo y la energía que desprendes. Aunque tengo que decirte que llevamos meses esperando, desde 5000 Km al norte de Kenya, que edites un álbum que podamos escuchar durante más de lo que dura uno de tus temas en YouTube. ¿Por qué has tardado tanto en entrar al estudio y hacer un disco?

K.C: (Se ríe) Es que no sentía que fuera un músico solista. Sí que hacía canciones, pero cuando era el momento de entrar al estudio y grabarlas, no tenía tiempo. He estado muy ocupado con todos estos proyectos de los que te hablaba. Aunque ya por fin he podido encerrarme y juntar a las personas a las que quería en este proyecto, así que ya durante todo 2014 se van a ir destilando temas de mi álbum.

G: Pero van a caer en cuentagotas, de momento solo tenemos uno de los temas disponibles, ¿verdad?

K.C: Sí, hemos creído que era mejor lanzar un tema cada mes, con su videoclip, y al final del año editar el álbum con todos los temas a modo de recopilatorio. El primero de todos ha sido “Aparo” con la increíble voz de Lisa, que publicamos en Abril. ¡El siguiente está al caer!

G: ¿Y qué ingredientes encontraremos en tu álbum?

K.C: Me encanta el House y la música del África Occidental, así que esos ingredientes van a estar casi omnipresentes. También va a haber pinceladas de música Benga, aunque no sea mi estilo. No va a ser un álbum instrumental, a parte de Lisa habrá otras colaboraciones vocales como Winyo, Maia Von Lokow, un par de raperos kenianos… ¡Y va a ser una mezcla interesante, ni siquiera yo sé hacia dónde va a derivar!

G: ¿Quién lo va a producir?

K.C: Pues todos se queda en familia. Se ha grabado y editado, aquí, en casa de mi primo, Jaaz Odongo. Pero el máster final se ha hecho en Estados Unidos.

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G: ¿Lo vamos a poder disfrutar ahí fuera, los que estamos en Europa?

K.C: ¡Pues claro! Va a estar a iTunes y en diferentes redes sociales.

G: Oye Lisa, ¿y tú como describirías a Kato? ¿Qué tiene Kato que no encontramos en otros guitarristas?

L.O: Sinceramente, creo que Kato tiene un background muy rico. Es difícil encontrar a un guitarrista que se ponga a tocar House y lo haga sonar tan africano. La forma en que es capaz de mezclar todas sus influencias y crear algo que suena a Kato Change y que la gente es capaz de reconocer, es lo que lo hace más grande. Kato ama la música y su eclecticismo está cosido con ese amor con el que solo puede tejer él.

G: ¿Como os conocisteis?

K.C: ¿Fue en la iglesia?

L.O: ¡Ah sí! Es cierto.

K.C: Un día hubo un concierto, Lisa cantó y simplemente me quedé flipado con su voz. (Lisa ríe). Y me dije a mí mismo. Tengo que tocar con ella!

G: Pero Lisa, tu tienes una carrera brillante por tu parte… Con, ¿Cuantos años? ¿Veinte?

L.O: En realidad tengo veintiuno. Bueno, he hecho bastantes cositas. He estado en el proyecto Legacy, en el que grabé un tema de House. The Nest, el espacio artístico más grande de Kenya, me ha “apadrinado” como una de sus voces. Y estoy colaborando con mucha gente. Siempre cuelgo todo lo que hago en mi canal de YouTube, pero la verdad es que con Kato me siento muy en casa.

G: Y para acabar, ¿algunas palabras para los lectores hispanoparlantes?

K.C: Bueno, simplemente que algún día tocaré por esos lares para irradiar el mensaje del amor, de la música y de África.

G: Y Wiriko estará en primera fila, ¡no lo dudes!

 

 

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Investiga y escribe sobre ciudades africanas, derechos humanos y música. Le mueve la creatividad con la que construye futuro la juventud africana en contextos urbanos, especialmente en África del Este. Sus campos de trabajo son el periodismo escrito y radiofónico, la investigación o la gestión cultural. Cofundadora de Wiriko y coordinadora de Seres Urbanos (EL PAÍS), actúa como consultora independiente para entidades del tercer sector y actualmente, es Técnica de Cooperación Internacional en el Ayuntamiento de Girona. Licenciada en Filosofía (UB), posgraduada en Estudios Africanos y Desarrollo (UPF) y máster en Culturas y Desarrollo en África Subsahariana (URV).