Shishani, una namibia con proyección internacional

Shishani - By Frank Kouws 2013

Shishani, que en la lengua Oshiwambo significa ‘corona’, es una joven artista de veinticinco años con un pie en Europa y otro en África. Hija de un padre belga fanático de la música y de madre namibia, nació y pasó su primera infancia en Windhoek, capital con la que mantiene una estrecha relación. Aunque la cuna de su talento hasta día de hoy ha sido Holanda, ha actuado en los Premios de la Música de Namibia, The Last Band Standing Competition de Namibia, en el Windhoek Jazz Festival, en la reciente edición del Tafel Lager Namrock Festival, en el Festival Lake of Stars de Malawi, el Festival CLAE de Luxemburgo o el Festival Technopolis de Grecia. Compartiendo escenario con cantantes de la talla de la sudafricana Lira, Shishani va a dar mucho de que hablar durante el 2014 y por eso hemos querido hablar con ella antes del estreno su primer LP, ‘Shishani’, que tiene previsto su lanzamiento para Marzo de 2014.

«Soy una artista/activista» nos dice la joven cantante en una entrevista en exclusiva para WIRIKO. «En la música, junto a mis expresiones personales intento dar fuerza a temas sociales». «Los últimos 3 años he estado activa en la creación y organización de plataformas transversales para artistas tanto en Amsterdam como en Windhoek» afirma la cantante refiriéndose a su afiliación a Out-Right Namibia, una organización sin ánimo de lucro que lucha contra la homofobia en Namibia y donde es miembro honorífico. «Mi objetivo es conectar el arte con la verdadera acción hacia la comunidad» reconoce la que combina la música con estudios de Antropología Cultural.

Su tema «Minority», dedicado a la minoría de LGBTI (gais, lesbianas, bisexuales y transexuales), clama por la libertad y la igualdad de los derechos de este colectivo. Shishani se lamenta de que en Namibia, como en muchos otros países de África, la homosexualidad sea tratada como un crimen. Pero con ‘Minority’ también clama al anti-racismo y el anti-clasismo. Una sabrosa perla en formato acústico que ha sido nominada dos veces en los Namibian Annual Music Awards (NAMA’s). Primero como mejor single (2012), después como mejor videoclip (2013).

«Comencé a cantar a los 17 años» confiesa Shishani Vranckx. «La primera banda a la que me uní era una banda de versiones. Después canté en una banda de R&B llamada «Brown Sugar». También he colaborado con otros músicos como el guitarrista Koron, con quien he escrito, grabado y tocado música por toda Europa durante cinco años como Koron & Shishani. También he participado como vocalista con diferentes bandas como el Amsterdam Jazz Collective o con los DJ’s Kenny Large y Pat Bedeau«.»Pero no fue hasta 2011 que despegó mi carrera en solitario después de actuar en los Namibian Annual Music Awards» nos dice la artista afropea.

En cuanto a su identidad, Shishani dice «abrazo tanto mi parte africana como mi patrimonio europeo, ya que ambos me hacen quien soy. Sin embargo, siento una fuerte conexión con Namibia desde que nací. Namibia es mi nido. Fue aquí donde conseguí mis primeras impresiones de la vida. Siempre la he llevado conmigo. Es increíble la fuerza con la que las experiencias e impresiones que vives durante la niñez puede tener en las personas, y cómo eso te acompaña dondequiera que vayas» afirma la cantante. «Cuando estoy en Namibia, siento una conexión más fuerte con la tierra y eso inspira gran parte de mi música».

Con el debut de su carrera en solitario, la cantante sacó a la luz su primer trabajo, the Windhoek EP, grabado junto a Cristiano Polloni en Windhoek. Con perlas como Raining Words o la adaptación del hit «New York» de Alicia Keys en un «Windhoek» grabado en la capital namibia, Shishani dejó aflorar su lado más acústico, indie y soulful.

«La vida es lo que me inspira . Mi música es acerca de lo que experimento, veo y escucho. Musicalmente, crecí escuchando sobre todo música afro- americana. Soul, RnB, Hip hop y algo de jazz. Más tarde llegué a cantautores como Tracy Chapman,  el Reggae y la música rock. Desde casa me alimenté con cuchara de música clásica europea. Y creo que lo que hago es una mezcla de todas esas cosas juntas, con mi principal raíz en el Soul» confiesa Shishani.

Dirigida a un público mayoritariamente internacional, Shishani confiesa su entusiasmo en poder tener un pie a cada lado del estrecho. «Es hermoso que la gente pueda conectarse a la música sin importar de dónde viene». Aunque reconoce que Namibia es el país que mejor ha acogido su música desde el principio. «He tenido un gran apoyo en Namibia, desde allí siempre me han animado a trabajar más duro y llegar a un público internacional», dice. «Pero debo reconocer que mi punto de vista siempre ha sido internacional porque me crié entre dos continentes y siempre he tenido la suerte de poder viajar mucho».

No se declara muy devota de ciertos estilos que circulan hoy en día por el mercado internacional. Aunque algunos de ellos también han dejado huella en sus canciones. «Creo que toda la música superficial y comercial que encontramos hoy en día acabará las pilas en algún momento» nos dice criticando las tendencias mainstream. «El Soul es mi principal influencia», afirma, «pero creo que más que con la marca «afro», se me tiene que entender desde el eclecticismo».

Shishani también se pronuncia ante la premisa ‘África es el futuro’ y arremete contra aquellos que ven el futuro de África en términos economiscistas relativos al aprovechamiento de los recursos minerales. Clama desesperadamente que en África no todo va sobre recursos naturales, y que hay que dejarla de ver como un pozo para que los países más desarrollados puedan usurpar sus riquezas. Por ello, cree que «lo de África es el futuro puede ser engañoso. África es el presente» dice. «Ha habido siempre tanta belleza y talento sin reconocer, que es imprescindible que la historia nos de la razón», por eso, dice, la mirada africana está postrada en la esperanza de que un día todo eso va a ser reconocido, y que ese día, ya ha empezado. «En África se dio a luz la humanidad, así que es nuestra raíz. Pero por supuesto que también es el futuro, porque la gente finalmente va a reconocer cuanta creatividad y sabiduría hay en el continente».

Aunque su carrera hace relativamente poco que ha empezado, su próximo LP se espera con mucho entusiasmo, tanto desde Namibia como desde algunos sectores europeos, que ven en Shishani una de esas voces comparables a las nigerianas Nneka o Asa. A pesar de todo, la voz crítica de Shishani le mantiene alejada de los peces gordos de las discográficas. «Creo que el mayor reto como artista es seguir siendo tú mismo artísticamente, mantener toda tu libertad artística y ser el propietario de los derechos de tu propia música. Cuando uno quiere ser «grande» a veces tiene que renunciar a todo esto. Si eres un artista independiente lo tienes más difícil a nivel de ventas. Pero definitivamente, este es el camino que me gustaría recorrer».

 

 

 

 

 

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Investiga y escribe sobre ciudades africanas, derechos humanos y música. Le mueve la creatividad con la que construye futuro la juventud africana en contextos urbanos, especialmente en África del Este. Sus campos de trabajo son el periodismo escrito y radiofónico, la investigación o la gestión cultural. Cofundadora de Wiriko y coordinadora de Seres Urbanos (EL PAÍS), actúa como consultora independiente para entidades del tercer sector y actualmente, es Técnica de Cooperación Internacional en el Ayuntamiento de Girona. Licenciada en Filosofía (UB), posgraduada en Estudios Africanos y Desarrollo (UPF) y máster en Culturas y Desarrollo en África Subsahariana (URV).
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