Adura Onashile: «Fela Kuti era un misógino»

En 2013, el club Shimmy de Glasgow se cerró durante una semana. Un periódico británico titulaba que la causa se debía por “poner a mujeres y niñas en riesgo”. Un titular políticamente correcto cuando la verdadera razón del cierre de la discoteca fue la instalación de espejos espía en los servicios femeninos. Las mujeres y niñas, ya que el establecimiento organizaba fiestas para menores, eran vistas “sin su conocimiento o consentimiento”, según aclaraba el informe.

“En el Reino Unido se piensa que el feminismo ha avanzado y que los derechos de las personas se entienden. Pero nada es lo que parece. El trasfondo de mi obra es la idea de que África no está por detrás de Occidente. Sigue habiendo problemas de género en las dos culturas. África tiene muy mala prensa y quería centrarme en un detalle para expresar que no hay que juzgar a la ligera”, explica la dramaturga y actriz nigeriana Adura Onashile a Wiriko.

Onashile vuelve de nuevo a Londres tras su paso por la última edición del festival Africa Utopia. En esta ocasión los espectadores podrán disfrutar de la historia de Tolu en el Soho Theatre durante el próximo mes de abril. Tolu, trabajadora de los lavabos de una discoteca de Glasgow, es la protagonista de esta obra que es una disputa constante por la libertad. Expensive Shit es la particular lucha por la igualdad de género de una mujer que se gana su sueldo vendiendo piruletas y rociando ambientador. Este es el presente de Tolu. Su pasado, está en el legendario club The Shrine.

Es la década de 1970. En los servicios del establecimiento regentado por Fela Kuti, Tolu ensaya junto a sus amigas distintos pases de baile. Intentan ser elegidas entre las adolescentes que bailan y comparten escenario con el maestro del afrobeat. Sin embargo, la vida nocturna de Lagos no casa con la joven Tolu. “La música y las políticas de Fela Kuti eran pro-África, anticorrupción y anticolonialistas. Son ideales que todavía permanecen en la actualidad en África pero al mismo tiempo era un misógino. Sus medidas eran geniales pero no parece que tuviera en cuenta a la mujer”, dice Onashile.

Ser una mujer en la comunidad de The Shrine aportaba seguridad y confort. Una opción atractiva para unas adolescentes que excusaban el hecho de convertirse en meros objetos sexuales. La vibrante Tolu, sin embargo, no apuesta por esta salida a corto plazo y se rebela aunque fracasa en el intento de convencer a sus amigas. “Es difícil batallar contra el sistema en el que has crecido. Siempre hay una confusión de identidad. Por un lado no quieres sufrir opresión y quieres luchar por las desigualdades de género. Por otro, estás luchando contra ti, contra la sociedad en la que has crecido”, explica la autora de la obra.

Expensive Shit son las particularidades a la hora de elegir. Son las capas ocultas envueltas en una decisión. En la obra la libertad se paga con un peaje en derechos. En The Shrine la vida se conforma a lo establecido pero huele mal.

¿Es posible salir de la mierda? ¿A qué precio? Tolu lucha por otra alternativa más igualitaria. Y se marcha. Pero su libertad le abofetea y acaba, “con una carrera de mierdología” limpiando los lavabos en Escocia. “Tolu no es libre porque está siendo explotada en Glasgow. Las personas que trabajan en los servicios de una discoteca en el Reino Unido son a menudo nigerianos. Normalmente no cuentan con papeles ni un sueldo. El dinero que ganan es a base de propinas. El problema no es trabajar en los servicios, el problema es ser explotado”.

Y los ideales de la joven protagonista se desmoronan. Ante esa realización Onashile explica que “Tolu pierde la visión de un mundo mejor y como resultado de su estancia en Glasgow es presionada para manipular a otras mujeres. Ella se pregunta el porqué. Se da cuenta en lo que se ha convertido. Se ha alejado de los que defendió en The Shrine”.

La obra es un revolcón de dudas que bailan al ritmo afrobeat. Son decisiones que llevan al éxito o a la mierda. Decisiones de Tolu y de sus amigas. Y de las jóvenes borrachas de la discoteca. Es la historia de una mujer que no “es una mártir ni una víctima”. Expensive Shit empodera a las mujeres. Les da la potestad de cambiar la mirada masculina instaurada en los medios de comunicación y ser dueñas de cómo se ven, cómo actúan, cómo visten. “¿Cómo se recupera esa imagen?. ¿Cómo se controla un desnudo sin ser vista de cierta manera? ¿Cómo rescatamos nuestros cuerpos y sus representaciones?”, se pregunta Onashile.

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Javier Domínguez

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y periodista freelance asentado en Sevilla. Ha vivido en Chile, Malawi y el Reino Unido y colabora con varios medios como El País, eldiario.es y El Salto. Escribe sobre temas de actualidad, cultura, desarrollo sostenible, derechos humanos, viajes y gastronomía.
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  1. […] el mito crece. Aunque los más críticos con la leyenda nigeriana claman a los cuatro vientos que Fela Kuti era un misógino. Lamentablemente, es algo que persigue en la sombra a otros grandes nombres de la música como Bob […]

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