Atentado contra la diversidad cultural en Guinea Ecuatorial

Juventud de Rebola protestando el pasado mes de agosto tras el cierre de

Juventud de Rebola protestando el pasado mes de agosto tras el cierre del centro cultural de Rebola por parte del gobierno de Obiang. Imagen tomada y cedida por el Centro de Cultura de Rebola.

* Artículo escrito por Lombe We Eriba (pseudónimo utilizado para proteger su identidad), bubi de la isla de Bioko, para informar sobre los acontecimientos del pasado 25 de Agosto en la ciudad de Rebola, y que dejaron a sus habitantes sin su centro cultural y con una decena de jóvenes detenidos. Su crimen: educar y empoderar a través de la cultura.

La juventud de Rebola, una pequeña ciudad de la isla de Bioko, en Guinea Ecuatorial, tenía un espacio dedicado a la promoción cultural. La Casa de Cultura de Rebola, financiada en 2007 por la compañía Exxon Mobil, abrió sus puertas al público el 30 de junio de 2009 y abogaba por la diversidad cultural y la integración del pueblo Bubi. Pero hace pocos días era clausurada por el gobierno de Obiang ante la incomprensión y la impotencia del pueblo Bubi.

La Casa de Cultura de Rebola ha supuesto el único centro de apoyo a la educación reglada y se ha configurado como un lugar de encuentro, promoción y transmisión de la cultura y tradición bubis, algo que nunca ha gustado al gobierno central de Guinea Ecuatorial. Dirigida voluntariamente y sin ninguna remuneración por Benjamín Choni, Cristian Eteo y otros compañeros que durante años han soportado las amenazas del gobierno debido a su labor educativa, se trataba de un espacio propio dedicado a transmitir valores relativos a los derechos humanos, la educación cívica y formar a jóvenes y adultos, utilizando la cultura para evitar males como el embarazo precoz o la delincuencia juvenil. Tras seis años en activo y para la sorpresa de todos los rebolanos, la Casa de Cultura de Rebola ha sido cerrada.

Una de las clases extraescolares que se impartían a los niños de Rebola en el Centro Cultural.

Una de las clases extraescolares que se impartían a los niños de Rebola en el Centro Cultural. Imagen tomada y cedida por el Centro de Cultura de Rebola.

El centro incluía en su programa cursos de educación para adultos y actividades dirigidas a la infancia. En el mes de febrero del año pasado el gobierno cerró de pronto el área donde se impartía esta formación, con la excusa de que allí se enseñaba “política”. Entre las actividades culturales programadas, el 2º Festival de Bubi Hip Hop era el más esperado de este año. En él los jóvenes bubis cantarían raps escritos por ellos mismos en lengua bubi, que se recogen en un disco editado por la Casa de Cultura de Rebola bajo el título de Bohüelo, que en bubi se traduce como “Consejo”.

Sin embargo una canción incluida en el disco ha llamado la atención del gobierno. Su título es “È Böie”, y en ella se pide a los ancestros y a Madre Bisila (la protectora de nuestra isla y del pueblo bubi, cuya escultura se sitúa en la cima del Pico de Basilé) que ayuden al pueblo bubi. El gobierno organizó varias reuniones en las que el Ministro de Interior, Clemente Engonga, indignado, exigió al director de la Casa de Cultura de Rebola Benjamín Choni y a los cantantes que explicaran y tradujeran la letra de la canción del bubi al español. Tras afirmar que la canción instigaba odio contra el gobierno, se exigió el cese inmediato de toda la directiva de la Casa de Cultura de Rebola, para que fuera puesta en manos del partido del gobierno, el PDGE. En caso de que no quisieran cumplir esto, la Casa de Cultura de Rebola estaba obligada a cerrar.

Negándose por completo a dejar el centro en manos del gobierno, se llevó a cabo la segunda opción.

 

Esta es la letra de la canción:
Señor, escucha nuestro lloro. Seca nuestras lágrimas, te lo pedimos oh Dios.
Señor Dios, escúchanos, hay un asunto, nuestras lágrima. Todos nuestros lloros mañana serán plegarias. Toda la vida tú eres quien gobierna, no olvidas al desamparado. Hazlo posible. Estas hormigas rojas, estos retoños han terminado siendo huérfanos. Las hormigas rojas recorren nuestro cuerpo, no hay cenizas para matarlas, van a acabar con nosotros. Podemos salir de debajo de esta piedra si nos juntamos todos. Sin embargo cada día que pasa dudamos. No hacemos nada. Sabéis hacer cosas buenas. Si os lo proponéis, cada uno es autónomo (uno). Este país de Guinea es el país de sus nacionales. Es nuestro sudor. Nuestro aceite se acaba. Si te gustan los niños deben gustarte las bromas, tú puedes acabar con esto. Este mensaje, por favor, que llegue a Tyibba y a Bisila para que nos protejan. La vida es corta, no hay nada por encima de la muerte.
Señor, escucha nuestro lloro. Seca nuestras lágrimas, te lo pedimos oh Dios.
Oh Dios, hacedor del cielo y de la tierra, por encima de ti no hay nada ni nadie. Tú lo puedes todo. Escucha nuestros lloros. Seca nuestras lágrimas, te lo pedimos.
Nuestros jefes tradicionales callan esta desgracia. No quieren que nosotros los bubis avancemos. Hubo un hombre que abrió una escuela. Nosotros los que aprendemos íbamos allí a aprender. Hubo un jefe tradicional que también aprendió. Pero hizo que la escuela fuese cerrada. El jefe tradicional inventó mentiras, él también iba a clase. Se cerró la escuela. El jefe tradicional no dijo nada. Los jefes tradicionales se odiaban: razón por la cual los extranjeros nos pisotean. Resulta que eres jefe tradicional, pero no haces cosas buenas. No te da vergüenza, cierras la escuela. No todos somos iguales, pero debemos estar unidos.
Oyó y Abia, pensamos en vosotros. Los del Más Allá, Dios os acogerá.
Señor, escucha nuestro lloro. Seca nuestras lágrimas, te lo pedimos oh Dios.
Señor Dios, te pedimos la fuerza de nuestros ancestros. Si es verdad que sus cerebros llegaron a la tierra, cualquier día de estos estos extranjeros irán a su tierra. Te lo pedimos.
Señor, escucha nuestro lloro. Seca nuestras lágrimas, te lo pedimos oh Dios.”

Así, el martes 25 de agosto de 2015, durante unas clases de apoyo escolar, Benjamín Choni anunció su cese como director, así como el cierre de la Casa de Cultura de Rebola. El pueblo no lo podía creer. En seguida se crearon pancartas, y jóvenes y familias salieron a la calle para expresar su descontento, formando pacíficas manifestaciones a lo largo de las calles. Los niños lloraban desconsolados: les habían quitado la esperanza y la ilusión.

Cayó la noche y el pueblo continuaba llorando sus penas, hasta que fueron interrumpidos por los militares, que irrumpieron montados en vehículos y disparando al aire. Se produjeron detenciones arbitrarias en las que, a dedo, se arrestaron a más de diez hombres (incluyendo un menor de edad), que fueron llevados a la Comisaría Central de Malabo, un lugar llamado “Guantánamo” por la población local debido a las torturas que allí se cometen.

Esa misma noche, desde el Facebook de la Casa Cultura Rebola se podía leer el siguiente mensaje: «Alrededor de un centenar de niños y jóvenes se pusieron a llorar cuando el director de la CCR dijo que hoy era su último día como director de la CCR. Ha sido una historia bonita… 6 años de bonanza cultural para Rebola, Bioko y Guinea Ecuatorial».

Durante todo el día siguiente asediaron la villa de Rebola, hasta que se retiraron la noche del 26 de agosto. La Casa de Cultura ha cerrado y ya nunca podremos tener esta imagen, la de niños y niñas aprendiendo y divirtiéndose, asistiendo a cursos de verano, ni a eventos culturales.

Este cierre se asemeja a otro cierre sonado, a finales de los 70, el del colegio Misión Católica, situado en frente de la Catedral de Malabo. Considerado uno de los mejores de toda la historia de la isla, fue convertido en un cuartel militar, y finalmente derribado. Los que fueron niños y en su día lloraron el cierre de su colegio, hoy observan cómo sus hijos y nietos han perdido la Casa de Cultura de Rebola. Colegio Misión Católica tenía imprenta, librería, papelería, talleres de formación profesional, residencia para chicos de élite de educación secundaria y un patio grande donde se proyectaba cine gratis para las familias todos los domingos por la tarde-noche.

Otro colegio cerrado a finales de los años 70 fue el colegio-residencia de chicas de educación secundaria llamado E Waiso Ipola, que se traduce en lengua bubi como: “¡Mujer levántate, ponte de pie, avanza!”. Afortunadamente el colegio-residencia E Waiso Ipola no se derribó, y es un colegio de niños y niñas.
Sin embargo, el cierre sucesivo de muchos centros culturales y educativos en la isla de Bioko, entre ellos el instituto Cardenal Cisneros, ha generado al menos tres generaciones analfabetas de bubis, sobre todo mujeres.

El 2 de septiembre de 2015 los detenidos han sido puestos en libertad. Sin embargo, aún se sueña con la reapertura de la Casa de Cultura de Rebola. Se quiere la misma junta directiva: Benjamín Choni, Cristian Eteo y los demás. El pueblo de Rebola, sus niños, siguen reclamando con pancartas. Y seguirán clamando: la educación y la cultura son la única esperanza de futuro para todos.

Una de las niñas que asistió a la manifestación contra el cierre del Centro Cultural llora, al comprender que el gobierno no quiere volver a abrirlo. Imagen de Cecilia Maho.

Una de las niñas que asistió a la manifestación contra el cierre del Centro Cultural llora, al comprender que el gobierno no quiere volver a abrirlo. Imagen tomada y cedida por el Centro de Cultura de Rebola.

Para más información:
Diario Rombe
GuineaEcuatorial.net
Comunicados del interior de la isla de Bioko

 

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