Ecos de África: Sobre identidades y tendencias cosmopolitas

Kezia Frederick y Namsa Leuba.

La moda ‘etnochic’ crece como la espuma. Ya son varias ciudades dentro y fuera del continente europeo  las que se suman al oleaje de organizar ‘African’ o ‘Ethno’ Fashion Weeks /Weekends al ver ahí un mercado en auge. Si bien en París, Labo Ethnik cuenta ya con 6 ediciones organizadas por Yvette Tai siendo una de las ciudades con mayor trayectoria, le han seguido en 2012 Ethno Tendance Fashion Weekend Brussels organizado por la también diseñadora Cerina de Rosen, en 2011 Africa Fashion Week London organizado por Ronke Ademiluyi y Black Fashion Week Paris organizado por la también diseñadora senegalesa Adama Paris (Adama Ndiaye), y lo harán este año 2013 Africa Fashion Week Amsterdam y Black Fashion Week Montreal (con la misma organización de las dos últimas mencionadas respectivamente) entre muchas otras. Poco a poco y paralelamente, también aparecen todo tipo de subsectores especializados como por ejemplo editoriales o portales de shopping online. Cosa que no ha pasado desapercibida a grandes cadenas de naturaleza colonial-capitalista como H&M (Suecia), e Inditex (ES), operando con Zara, Pull&Bear, Stradivarius y Bershka entre otras, a la hora de incluir estampados étnicos en sus colecciones a pesar de que el término ético en sus producciones quede en segundo plano . Si bien otras, se especializaron en esta tendencia desde hace mucho más tiempo como Urban Outfitters (US) operando con Anthropologie y Free People, o Rapsodia (Argentina).

Bodymap, London 1982.

Dentro del universo de influencia étnica en general también hay diseñadores famosos que lo trabajan desde hace tiempo como Bodymap (1982), Sass & Bide (1999) o Ingrid Fey (2009) cuyo estilismo ha protagonizado muchas imágenes de la conocida cantante Ebony Bones, entre muchas otras. Además de las ‘grandes’ marcas que han incluido esta idea en sus colecciones como Kenzo, Issey Miyake, Givenchy , Jenny Kee, Jean Paul Gaultier o Burberrys, aunque éstas últimas lo hayan hecho por motivos muy distintos, como mencionábamos en el primer párrafo, por no mencionar a Benetton, tan veterana en el ‘espíritu’ de su marketing, y tan hipócrita después de expropiar a multitud de comunidades de sus tierras en Sudamérica para expander sus fábricas.

Me sumergí en este mundo en abril de 2012 como diseñadora, y he tenido el placer de ser la primera española en salones internacionales de arte y diseño étnico que parecen ser por ahora los pocos escenarios donde se dan cita creadores e interesados en este campo tan específico y todavía desconocido para muchos (un campo todavía desértico en España). Un término, en mi opinión de doble filo, ya que por un lado une por primera vez y positivamente el concepto étnico al empoderamiento como objetivo y definición per se, pero que por otro hace confundir negativamente en la organización de muchos de estos salones también lo ‘chic’ versus lo ‘elitista’. Siendo fácil caer en la contradicción y la doble moral entre la concepción y definición de algunos de ellos con la propuesta final. Y opino que siendo también un problema de nomenclatura lingüística.

Si bien no todas las colecciones, marcas o salones son de temática africana, en este momento África protagoniza la escena.

Respecto al término afropean, nace para describir la influencia transcultural bien de personas de origen mixto o de personas pertenecientes a la diáspora africana residentes en Europa. La primera vez que se utilizó fue por David Byrne para describir a la artista belga de origen congolés Zap Mama y después popularizado por el dúo de hermanas afro-francés Les Nubians.

Zap Mama, 1989.

 

Sin duda, la música ‘negra’ ha sido referente también en cuanto a esta estética por lo que hace sentido que la adopten los que siguen la cultura más allá de razas como lo hacen los seguidores de cualquier otro género musical. Quizás simplemente una disciplina artística donde el concepto sin nomenclatura ya se había manifestado previamente creando progresivamente tendencia como ha hecho siempre.

Esta moda ha nacido oficialmente en las ciudades europeas donde hay mayor diáspora africana en Europa ,París y Londres, donde personas nacidas en Europa de familia africana sienten la necesidad de casar en este caso su ‘doble’ identidad. Apareciendo así, la idea de utilizar tejidos africanos tradicionales con patronaje occidental.

Diseñadora de moda francesa cuyo origen se encuentra en las Islas Comores (África), Sakina M’sa. Fotografiada por Arthur Deloye. Una cara afroasiática heredada de la historia de su archipiélago de origen , con Indonesia.

Sakina M’sa fotografiada por Arthur Deloye. Una cara afroasiática heredada de la historia de su archipiélago de origen (Islas Comores en Africa) con Indonesia.

Un fenómeno absolutamente relacionado con esta migración y estas nuevas identidades que surgen de ella como descendientes. Pero al que también se unen personas que estando o sin estar relacionados en sus generaciones más directas con las migraciones intercontinentales, por un lado tienen una trayectoria personal y/o profesional relacionada con ellas sumando experiencias personales, trabajo y motivaciones vitales que forman parte de su identidad. Y también personas que sin ser nada de eso, están haciendo un uso frívolo del mismo influenciados por tener la tendencia adoptada por las grandes cadenas de fast-fashion (contrariamente al carácter slow-fashion de todas las marcas genuinas independientes tanto económico como filosófico) y la globalización digital. Siempre y cuando el uso de este tipo de diseños se haga por cuestiones de identidad, es un uso legítimo puesto que esa es la función del buen uso de la moda, vestirla. Y la identidad se forma for experiencias que van más allá de construcciones sociales como la raza. De lo contrario, estamos frente a un uso relacionado con el capitalismo y la globalización que casi resulta en disfraz. Sin embargo, el que la globalización esté ocurriendo paralelamente con sus procesos de homogenización de la cultura e intereses económicos, no quita que esta siempre ha tenido de manera orgánica a la vez procesos de hibridación que han ido siempre naturalmente intrínsecos a la condición migratoria del ser humano a  lo largo de la historia y del contacto del que son fruto todas las culturas y personas. Esta es la razón por la cuál la narrativa de la apropiación cultural tiene muchos matices que he mencionado oportunos y a la vez muchos puntos débiles porque culturalmente, muchas cosas no tienen un origen único sino que más bien son el fruto del contacto de muchas, entre otras cosas. La cultura está viva. Y por eso tampoco es que realmente se pueda apropiar a través de la cultura material. Aunque bien es comprensible que en el matrix colonial de poder en el que vivimos, cuando esto ocurre en grupos privilegiados sobre grupos oprimidos, creen conflictos adicionales sobre abuso de poder.

Los elementos clave de esta tendencia serian la expresión de estas nuevas identidades y también de orgullo de la misma frente al rechazo social que respira la historia frente a todo lo que no sea caucásico sin olvidar el valor simbólico y social que pueden aportar a la sociedad iniciativas y proyectos creativos que trabajan en este caso con tejidos como herramientas de empoderamiento, visibilidad y cambio. Trabajando no sólo el concepto étnico sino también el ético, el punto que encuentro políticamente interesante dentro de este mundo y que personalmente me empuja a trabajar en mi propia marca Totem Taboo. Lejos de la frivolidad ,superficialidad y elitismo del mundo de la moda en sí mismo, desde el que se pueden ver comprometidas y seducidas otras personas.

TOTEM TABOO

Funktopia, Totem Taboo 2014.

Si tuviera que hacer un top 10 dentro de la escena del arte y diseño en la moda afropean señalaría a Kezia Frederick (Inglaterra), a Namsa Leuba (Suiza) o a Stella Jean (Italia-Haití) entre muchos otras. Todas, artistas desde diferentes disciplinas, pertenecientes a la diáspora africana.

‘»I am half Italian and half Haitian – Haiti is the First Free Black Republic. That’s why I have decided to melt the European striped shirt (colonialist side) with the wax fabrics – but in a 60s style. This collection reflects me completely.» Stella Jean

 

Pero también destacaría a la francesa Toubab Paris, a las americanas Mara Hoffman y Boxing Kitten como parte de las más consolidadas, y dentro de las más emergentes a la alemana Nyah und Ich, a la inglesa Bombe Surprise, o a la australiana Kazz the Spazz.

Toubab Paris / Boxing Kitten / Bombe Surprise / Mara Hoffman

Toubab Paris / Boxing Kitten / Bombe Surprise / Mara Hoffman

Todas ellas artistas/diseñadoras ‘blancas’, grandes enamoradas del continente madre, pertenecientes diría yo, a otra clase de diáspora, la que por lugar de residencia, condición humana, consumo cultural y convicciones políticas está en contacto y compromiso directo con ella.

Y que teniendo o sin tener una historia personal familiar directa relacionada a nuestras espaldas, no olvidamos que todos tenemos los mismos ancestros y entendemos el concepto de identidad como algo relacionado con la experiencia y no únicamente con la raza. Mujeres que proliferan no sólo en el campo del diseño sino en el editorial escribiendo libros como ‘Afro, a celebration’ de Katell Pouliquen, ‘New African Fashion’ de Helen Jennings  o sin ir más lejos, los mismos emprendedores de Wiriko, portal de arte contemporáneo africano donde se publica este artículo.

Helen Jennings / Katell Pouliquen /Jacqueline Shaw

Helen Jennings / Katell Pouliquen /Jacqueline Shaw

 

Por lo que el aspecto más importante a destacar es que la influencia del continente africano, entre otros, no deja de hacerse eco, creciendo y construyendo en Occidente un nuevo imaginario sobre la belleza. En este caso, lo ‘black’ se reivindica dentro y fuera de la comunidad negra, más ‘beautiful’ que nunca.

 

 

 

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Cristina Morales (Barcelona, ​​1981) es una activista cultural. Licenciada en Antropología Sociocultural por la Universidad de Barcelona y Master en Gestión Cultural por la Universidad Abierta de Catalunya, se ha convertido en una artista , escritora y gestora cultural vinculando arte y política trabajando para proyectos y organizaciones que utilizan el arte y la cultura como herramienta para abordar temas como la identidad, los derechos civiles y el desarrollo comunitario. A lo largo de su carrera son ejemplos HostelArt, Ribermusica e Interarts en Barcelona o Black Cultural Archives, Peckham Platform, Mahogany Carnival Arts y Haringey Arts en Londres. Diseñadora de la marca de moda conceptual Totem Taboo, también escribe puntualmente para medios especializados como Voces, Wiriko y Radio Africa sobre cultura contemporánea africana, contracultura y desarrollo humano a través del arte.
3 comentarios

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  1. […] fuerte en las pasarelas —y en Wiriko— y no deja indiferente a nadie. En el artículo “Ecos de África Ecos de África: Identidades y tendencias cosmopolitas” nuestra colaboradora Cristina Morales, nos hablaba de los conceptos “etnochic” y […]

  2. […] other news I’ve been mentioned in this fab article- Echoes of Africa written by the gorgeous Cristina Morales of Indra Ethnik.  Thank you for the […]

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