Sekou Kouyaté, la innovación de la kora

Sekou Kouyaté durante un concierto. Fuente: Carolina Vallejo

Sekou Kouyaté durante un concierto. Fuente: www.sekoukouyate.com

Sekou Kouyaté se ha convertido en uno de los maestros de la kora, el arpa de 21 cuerdas típica del oeste de África. Wiriko ya se hizo eco de la progresión de este guineano durante la pasada edición del festival Sauti Za Busara en Zanzíbar (Tanzania) en la que se presentó con el músico neoyorquino Joe Driscoll.

Sekou y Joe continúan rodando por los escenarios de medio mundo y han estado presentes en citas como el GreenMan Festival, el WOMAD o en el prestigioso London Jazz Café. El pasado miércoles fue el turno de la localidad costera del sureste de Inglaterra, Whitstable, donde ya habían tocado el pasado mayo. “La gira va muy bien. Estoy muy contento y es un placer tocar con Joe”, dice Sekou poco antes del concierto.

Hijo de M´Bady Kouyaté y descendiente de la cultura griot, Sekou no tenía otra salida que la música. Conocido en Francia como el “Jimi Hendrix de la kora”, Kouyaté es un virtuoso que ha traído un nuevo acercamiento al tradicional instrumento del África occidental. Los ajustes eléctricos y los pedales generan una nueva dimensión de sonidos que hacen que la kora se aproxime a resonancias más rockeras. Pero Sekou, no se queda ahí e intenta abarcar muchos más ritmos.

“Me gusta todo tipo de música pero me encanta el jazz. Richard Bona y Omar Sosa son músicos que me influyen mucho”, dice Sekou.

Con una actitud despierta para desarrollar un estilo, Kouyaté rompe las presunciones de la kora y ante las críticas al distorsionar su sonido se refugia en las raíces de su cultura. “La base de mi música es la popular”, sentencia.

Descendiente directo de esa combustión de melodías resultó Faya (Cumbancha, 2014), el álbum realizado mano a mano con Joe Driscoll. “Es difícil de calificar”, se ríe el guineano. “No es jazz, ni hip-hop, ni folk. Es una música que se expande”, explica Sekou de un trabajo donde las etiquetas inhabilitan todos sus recovecos sonoros.

Faya se forjó de las improvisaciones tras su primer encuentro en el festival Nuit Metis de Marsella en 2010. Joe apenas hablaba francés lo mismo que le pasaba a Sekou con el inglés aunque la combinación entre el guineano y el estadounidense no tardó en cuajar. Muchas jam sessions y directos para el estudio. “Nos entendíamos como podíamos”, dice Sekou del proceso de grabación. Pero las palabras tenían en este caso mucho menos crédito que las melodías que pululaban por las cabezas de este dúo que vio como el pasado febrero el álbum se ponía a la venta y era bien recibido por la crítica.

A pesar de que en el último año se ha centrado más en la combinación con Joe, Sekou además está inmerso en muchos otros proyectos. Habitualmente lidera el grupo Section Kora, una banda compuesta por los miembros de su familia y que arrasa por tierras escandinavas. A finales de año se espera un disco grabado en directo bajo la producción de OneWorldMusic. También está en colaboración permanente con su primo Ba Cissoko en la formación homónima y con la que ha lanzado cuatro álbumes. “Es una música más tradicional, más cantada”, remarca Sekou sobre la diferencia entre tocar con Ba Cissoko y Joe Driscoll.

Pero de estos proyectos el que sin duda atrae más curiosidad es el que llevó a Kouyaté a trabajar con distintos músicos eslovenos liderados por Igor Leonardi en lo que se llamó Sekou Kouyaté Experience. “Tras tocar en el BaoFest, Igor me dio la oportunidad de grabar un disco”. De ahí nació Dia, un álbum que culmina la colaboración entre Kouyaté y Leonardi.

“La kora cada día está más demandada a pesar de la diversidad de los países de los que proviene”, explica Sekou. El instrumento ha emigrado por el mundo gracias al propio Kouyaté y a otros nombres como Toumani Diabaté o Seckou Keita también entrevistado recientemente en Wiriko en un reflejo de cómo la cultura griot ha rebasado los límites de su territorio.

“Quiero mandar un mensaje a los jóvenes de África”, explica Sekou sobre cómo se puede alcanzar un sueño, un lugar en la música profesional, viniendo de un país como Guinea. Desde su niñez y su aprendizaje de la cultura griot hasta ser un referente teniendo siempre a la música como embajadora y a la kora como un medio innovador para acercar el oeste de África al resto del mundo “en una búsqueda de creación”.

Incendio sonoro
En la esquina de la calle principal de Whitstable, municipio situado al sureste del Reino Unido, el Duke of Cumberland es el pub musiquero de referencia. Noches de jazz, de blues, de rocanrol y en esta cita de música internacional. Joe Driscoll es un asiduo del Duke, como se conoce al espacio cariñosamente, y no dejó de incluirlo en la mini gira inglesa junto a Sekou.

El dúo se presentó arropado por James Breen a la batería y John Railton al bajo. Un cuarteto que incendia los escenarios con ritmos que abarcan diversos estilos bien fusionados y que hace que el concierto sólo pueda clasificarse como una locura bailable en la que Sekou presenta una nueva dimensión sonidera con su kora electrizada.

La noche se abrió con Passport, un tema sobre las fronteras burocráticas impuestas en esta sociedad y que se contrapone a la libertad de la música que viaja sin límites. Siguieron canciones como Lady, New York Womanati para acabar un concierto con Faya, tema que le da nombre al disco del dúo guineano-estadounidense. Un discazo donde lo peor es su duración como recalca el crítico musical del periódico británico The Guardian, Robin Denselow, sobre los 37 minutos de Faya. Sin embargo, el nuevo álbum ya se cuece y Sekou y Joe preparan un trabajo que saldrá al mercado el próximo verano. “En febrero entramos en el estudio”, dijo Driscoll al introducir varios temas nuevos durante el concierto.

Casi sin quererlo, como muchas de las mejores cosas, ha surgido un dúo que rompe moldes. Una ensalada armónica que aterriza en el Jamboree Jazz de Barcelona el próximo viernes 28 de noviembre como cierre a la gira de otoño de Joe y Sekou.

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Javier Domínguez

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y periodista freelance asentado en Sevilla. Ha vivido en Chile, Malawi y el Reino Unido y colabora con varios medios como El País, eldiario.es y El Salto. Escribe sobre temas de actualidad, cultura, desarrollo sostenible, derechos humanos, viajes y gastronomía.