Sauti Za Busara, a punto para encender la mecha 2015

Zanzi Island

La Stone Tone de Zanzibar ya está a punto para acoger la edición 2015 de uno de los festivales de música más prestigiosos del continente africano. El Sauti Za Busara, en el que Wiriko tuvo el placer de asistir en 2014 junto a los compañeros de Casa África, viene cargado de una batería inagotable de los representantes más sobresalientes de la música africana. Desde Tanzania a las Comores, de Senegal a Argelia o de Mozambique a Camerún, los dos escenarios de este encuentro imprescindible para los amantes de los sonidos africanos, se postula un año más como la plataforma musical que reune la música más inflamable y actual del continente.

Para esta edición, el Sauti Za Busara ha querido contar con un mayor número de artistas locales, tanto de Tanzania como de Zanzibar. A pesar de que los organizadores han dado a los sonidos swahili un mayor peso, cosa que representa el orgullo de los isleños hacia su propia tradición y cultura sonora, diversos artistas de pop tanzano como el internacionalmente conocido Alikiba, van a dejar su huella en el corazón de este antiguo enclave del comercio índico.

No hay duda de que los artistas que pisan el escenario del Sauti, que este año va a contar con un escenario extra para amenizar los espacios entre las actuaciones del escenario principal, cuentan no solo con el apoyo del festival sino que recibirán decenas de propuestas de otros festivales, salas de conciertos y promotores. El Sauti Za Busara es un referente, pero también es una plataforma muy bien relacionada con otros festivales del continente como el HIFA (Zimbabue).

Para aquellos y aquellas que aún no conocen a algunos de los músicos que representan a la música africana de 2015, Wiriko ha querido seleccionar a aquellos que más nos gustan y a los que consideramos más distintivos:


Aline Frazâo: Poco nos queda ya para elogiar de esta joven angoleña. Cantante de voz porosa, compositora de letras hirientes y periodista comprometida con la realidad angoleña y africana por extensión, no solamente es interesante por su propuesta musical sino por su peso entre la comunidad de artistas y activistas angoleños. En una entrevista en exclusiva para Wiriko, ya nos enamoramos de todo lo que emana de su halo, y por eso, aplaudimos que por fin, el Sauti Za Busara la haya invitado a formar parte de su gran elenco de artistas internacionales.

Thaïs Diarra: Otra de las voces femeninas elogiadas y apoyadas por Wiriko durante 2014, y otra grata sorpresa encontrarla entre el lineup del festival. Esta afropea hija de maliense y suiza nos deleitó con un álbum debut que recoge lo mejor de sus dos culturas. Su propuesta es fresca y cautivadora, y estamos seguros de que va a gustar, y mucho a todos los asistentes. Su videoclip ya estuvo grabado en las calles de la Stone Town, así que en gran parte, Diarra sonará en el Sauti como una propuesta más que adecuada.

Tcheka: Este caboverdiano no solamente es uno de los mayores exponentes y embajadores de la música contemporánea de Cabo Verde al exterior, es uno de los guitarristas más eruditos y de los compositores más brillantes de África Occidental. Respetado en el circuito comercial y fuera de él, Tcheka reúne las cualidades de los artistas que son fenómenos atemporales, como fue en su día y será para siempre su inmortal paisana Cesaria Evora. Este criollo va a ser un punto de inflexión en cualquier momento del festival. Después de él, pocos artistas serán capaces de levantar la audiencia y llegar tan hondo como consiguen su aterciopelada voz y las cuerdas de su guitarra.

Isabel Novela: Otra representante de la música del África lusofona se presenta en Zanzíbar con la figura de Isabel Novela. Esta mozambicana desembarcará en este puerto con aromas de clavo con una artillería de de influencias brasileñas, Pop, Soul y pinceladas de Jazz capaz de embriagar a cualquier «expat» de los que suelen llenar este festival.

The Brother Moves On: Fenómeno musical donde los haya, esta banda de Johannesburgo lleva cosechando éxitos desde hace varios años. Uno de los platos fuertes del festival, su experimentación con música electrónica sudafricana (Kwaito) se ha convertido en el sonido que abandera toda una generación post-Apartheid y que abraza todo un movimiento de artistas dispuestos a re-construir y re-imaginar las identidades africanas contemporáneas. Esperados por el colectivo de Djs que se apoderan de la fiesta cuando se termina la música en vivo, seguro que vana  protagonizar algunos de los mejores momentos de la presente edición del festival.

Blitz the Ambassador: Esta apisonadora de raíces ghanesas es el mayor exponente del boom de la música africana llevada a cabo por artistas africanos en la diáspora. Con la identidad del Afropolitismo a flor de piel, su estética, su puesta en escena, su mezcla de influencias sonoras y su márketing visual son un todo inseparable. Producto comercial respaldado por los mejores de un lado y otro del Atlántico, no titubea en lanzar balas a los convencionalismos. Blitz es capaz de movilizar público africano u occidental por igual. Una apuesta segura para el festival.

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Investiga y escribe sobre ciudades africanas, derechos humanos y música. Le mueve la creatividad con la que construye futuro la juventud africana en contextos urbanos, especialmente en África del Este. Sus campos de trabajo son el periodismo escrito y radiofónico, la investigación o la gestión cultural. Cofundadora de Wiriko y coordinadora de Seres Urbanos (EL PAÍS), actúa como consultora independiente para entidades del tercer sector y actualmente, es Técnica de Cooperación Internacional en el Ayuntamiento de Girona. Licenciada en Filosofía (UB), posgraduada en Estudios Africanos y Desarrollo (UPF) y máster en Culturas y Desarrollo en África Subsahariana (URV).
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  1. […] HIFA, el “Festival Internacional de las Artes de Harare”; Yusuf Mahmoud, director del “Sauti Za Busara de Zanzíbar” o Faisal Kiwewa, director del “Bayimba Festival de Kampala“, buscaban formas de crecer […]

  2. […] A diferencia del tradicional asili, en el taarab moderno la música de los instrumentos como el laúd o el qanun se sustituye por el teclado, lo cual anima al público a levantarse y bailar. La reducción del número de instrumentistas ha facilitado a las bandas realizar más giras por la región, lo que se ha reflejado en la popularidad de los grupos. Las letras siguen siendo el elemento central, aunque son ahora más directas y ‘atacan’ al otro. Se podría decir que se alejan de los tabús y de la estructura más rígida de la poesía tradicional del taarab asili, son ricas en slang y léxico vulgar. Mantienen ese carácter competitivo presente en la música swahili y siguen amenizando bodas y eventos. Se trata de temas más bailables, expuestos a mayor difusión y diversidad de público a través la radio, los cassettes, las nuevas tecnologías y las dos citas más importantes para la escena del taarab en Zanzíbar: el festival anual de cine ZIFF y el de Sauti za Busara. […]

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