Sirifo Kouyaté, un Griot y su Kora a orillas del Guadalquivir

Con 48 años y una historia de migración desde el sur de Senegal hasta el sur de España, el Griot Sirifo Kouyaté acaba de dar a luz a su primer álbum en solitario. Se trata de una gema que, a través del arte de la Kora –uno de los instrumentos por excelencia del África Occidental–, emparienta la música de Casamance con la tradición sonora flamenca de raíces árabes. Y nos recuerda ese fino hilo invisible en forma de sonido y vibración que nos ha legado la historia entre la Península Ibérica y África, o aquello que hace que la cultura africana no nos sea para nada ajena. Asentado en Sevilla, pero con un pie perennemente en Dakar o Kolda, hoy conocemos un poco mejor a este Griot afincado a orillas del Guadalquivir.

Música africana

Sirifo Kouyaté.

Gemma Solés: ¿Cuéntanos quién es y de dónde proviene Sirifo Kouyaté?

Sirifo Kouyaté: Nací el 17 de Agosto de 1969 en Kolda, al sur de Senegal. Provengo de una familia de Griots. Los Griots son trovadores, narradores de historias, pero con una peculiaridad, que narran las historias a través de la música. Entre los instrumentos mas destacados de los Griots está la Kora, mi instrumento. Entre las familias mas reconocidas y populares de los Griots se encuentran los Kouyaté, Sissoko y Diabaté, y yo provengo de cada uno de ellos. Kouyaté por parte de padre, Sissoko por parte de madre y Diabate por parte de mi abuela materna.

G.S. ¿Qué significa para tí tocar la Kora? ¿Qué valor tiene la Kora en tu cultura?

Música africana

Sirifo Kouyaté.

S.K: La Kora es considerada el instrumento más entrañable, armónico, sensible y bello del imperio Mandinga. Este imperio abarca desde el sur de Senegal hasta Níger, pasando por Gambia, Guinea Bissau, Guinea Conakry, Mali y Costa de Marfil. Para mí la Kora es algo muy especial ya que ha sido la única profesión familiar.

Mis padres me dieron la oportunidad de crecer gracias a ella. Y yo intento darle mi propio estilo para llevar a lo mas grande lo que es y significa para mí. Pero siempre sin olvidar y teniendo en cuenta la tradición.

Aunque he tenido muchos maestros los cuales me han ayudado a ser quien soy, el que mas me ha influenciado es Boubacar Sissoko, mi tío por parte de madre. Él me ayudó y me aportó la fortaleza y la capacidad para ser creativo y saber adaptar otros estilos y tener así un mestizaje como el que intento recrear con la Kora.

G.S. ¿Cuándo decidiste venir a España y por qué? ¿Cómo llegaste y como ha sido tu experiencia en Andalucía y Sevilla en concreto?

S.K: Decidí venir a España en 1994, porque se me presentó la oportunidad, y quería salir a fomentar, transmitir y hacer visible la música a través de mi Kora. Llegué a España con un grupo de danza y música, en el cual yo era percusionista y a la vez Korista. Vinimos para hacer una gira de festivales folclóricos. Mi experiencia en Andalucía fue dura como la vida misma, ya que no es nada fácil estar en un país desconocido, y musicalmente hablando con un instrumento «raro», diferente… No fue fácil encajar. A día de hoy sigue siendo difícil encajar, aunque actualmente la sociedad está más abierta a conocer culturas diferentes y eso hace que sea un poco más fácil para mí.

En Sevilla, concretamente, como ya he dicho, sigue siendo un camino difícil, aunque he tenido el placer de conocer a grandes músicos. Pero aun así, sigue siendo complicado hacerse visible y poner sobre la mesa el verdadero valor del mestizaje musical en la sociedad. No pretendo que la gente cambie solo que sepan valorar y enriquecerse abriéndose a otras opciones

G.S: ¿Qué elementos de la música folklórica andaluza y/o española coinciden con la música folklórica mandinga? ¿Cuáles se alejan según tu propia percepción?

Música africana.

Sirifo Kouyaté.

S.K: A mi entender y según mis sentimientos, toda la música folklórica de Andalucía y de África es muy similar, diría que prácticamente son iguales, solo que fueron desarrolladas en lugares diferente donde cada lugar lo interpreta con su esencia y sobre todo Sevilla y Andalucía, por la propia historia de la diversidad cultural que ha habido. De hecho, no considero que sea un artista que hace música africana, solamente un músico de origen africano que hace música.

G.S. Hablemos de Sila Kadian. ¿Es tu primer disco? ¿Qué podemos encontrar en él?

S.K: Sila Kadian es mi primer disco en solitario, donde lo principal es la Kora. Anteriormente he participado en otros discos con otros grupos, o en temas de algún otro álbum, pero mi ilusión, mi sueño era expresar mis emociones desde las cuerdas de mi Kora, y al final lo he conseguido. El nombre Sila Kadian quiere decir «el largo camino» en Mandinga, Bambara, Dioula y Soso –las lenguas mas habladas del imperio Mandinga– y refleja mi trayectoria y vivencia personal y musical hasta día de hoy.

En el disco podemos encontrar ritmos con gran calidad y diversidad musical, hay ritmos desde el sur de Senegal hasta el Guadalquivir, pasando por otros países africanos.

G.S: ¿Dónde lo has grabado?

S.K: Lo grabé en Senegal, exactamente en Dakar, en el estudio de Sidy Samb.

G.S. ¿Qué discográfica te ha editado y qué expectativas tienes con el álbum?

S.K. Música Fundamental es la discográfica que apostó por mí para sacar este disco, contando también con muchísimas personas que siempre me han apoyado y animado. Mi intención es realizar giras por todo el mundo ya que creo que muchísimas personas se sentirán identificadas con este disco. En el trabajo podemos encontrar grandes colaboraciones con artistas muy importantes en el panorama musical africano como son: Sidy Samb, Fatou Sissoko, Fatoumata Mballo, Filidie Kouyaté, Sabel Dieng…

G.S. ¿Cuéntanos quiénes son? ¿Y por qué decidiste grabar en Senegal?

S.K: Aparte de tener la emoción y la ilusión de grabar mi primer disco en Senegal, una de las razones que más me motivó fue la diversidad que podría tener allí, con artistas tan talentosos y con la variedad del Mandinga, Wolof, Peul…y también la gran oportunidad de contar con una de las mejores voces de la música tradicional senegalesa Adjia Darro Mbaye. Conseguir que allí, en Senegal, se canten palos flamencos, lo considero un exitoso mestizaje cultural.

G. S: La música senegalesa ha destacado a nivel internacional tanto por el Mbalax como por bandas que han adoptado la música cubana como Africando o Orchestra Baobab, que han triunfado a nivel internacional. Más recientemente nos encontramos con jóvenes músicos como Hervé Samb, que nos sorprende con una interesante mezcla que él ha apodado como «Jazz Sabar» o una hornada de músicos experimentales como Ibaaku. ¿Qué crees que aporta tu estilo al panorama musical senegalés?

S.K: Mi estilo es una aportación para hacer más grande y enriquecer todos estos ritmos. En Sila Kadian hay una gran diversidad musical, cante mandinga, afro-flamenco, un poco de jazz…simplemente lo veo como… ¡¡Música!!

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Investiga y escribe sobre ciudades africanas, derechos humanos y música. Le mueve la creatividad con la que construye futuro la juventud africana en contextos urbanos, especialmente en África del Este. Sus campos de trabajo son el periodismo escrito y radiofónico, la investigación o la gestión cultural. Cofundadora de Wiriko y coordinadora de Seres Urbanos (EL PAÍS), actúa como consultora independiente para entidades del tercer sector y actualmente, es Técnica de Cooperación Internacional en el Ayuntamiento de Girona. Licenciada en Filosofía (UB), posgraduada en Estudios Africanos y Desarrollo (UPF) y máster en Culturas y Desarrollo en África Subsahariana (URV).
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