Ruanda: el poder sanador del arte

finding hillywoodEntre mil colinas, Ruanda continúa en el ejercicio pragmático de redefinir una identidad nacional que no olvida. Este pequeño país de África central, ubicado entre la frontera de Tanzania, Uganda, la República Democrática del Congo y Burundi, está proyectando un cambio cinematográfico, a pesar de que el imaginario colectivo reforzado por algunas películas extranjeras que han retratado el genocidio de 1994 persiste. Hutus contra tutsis. Machetazos que fracturaban el grito sordo de la esperanza… Prueba de ello son los trabajos rodados en el terreno por manos extranjeras: 100 días, de Nick Hughes (EEUU, 2001); Hotel Ruanda, de Terry George (EEUU, 2004); Siempre en abril, de Raoul Peck (Reino Unido, 2005); Un domingo en Kigali, de Robert Favreau (Canadá, 2006); o La Operación Turquesa, de Alain Tasma (Francia, 2007). Una oportunidad, por otra parte, para muchos profesionales artísticos del país que aprovechaban la llamada de las coproducciones para hacer currículo.

Desde hace unos años, y cada vez más, se hace notar el cambio de rol. No hace mucho, una pareja de directores ruandeses llegaban con las credenciales del reconocimiento por sus películas al Festival de Tribeca y al Festival de Varsovia: Kivu Ruhorahoza por Grey Matter, y Joel Karakezi por Imbabazi. Otra mirada. Un azote a Occidente al demostrar que el conocimiento de la historia del continente es un elemento esencial para luchar contra las falsificaciones, la manipulación de los medios de comunicación y las imágenes de un África desnuda de la que a menudo es víctima.

Precisamente, la documentalista Leah Warshawski presentaba en julio, en el marco de la novena edición del Festival de Cine de Ruanda que llevaba por título “Nuestras madres, nuestras heroínas”, un documental desgajado de estereotipos, que no se estanca en el genocidio sino que parte de él para esbozar un panorama transformador en la industria del cine del país: Finding Hillywood (Buscando a Hillywood). El documental arranca en los primeros diez minutos sin acomodamientos ni diplomacias ofreciendo una breve historia de la guerra civil de Ruanda, en parte, a través de la experiencia de Ayuub Kasasa Mago, fundador del Festival de Cine de Ruanda. Mago, un realizador apasionado por su trabajo y protagonista del film, habla de sus luchas pasadas con la dependencia de drogas y alcohol después de conocer la noticia de que su madre había fallecido durante el conflicto. Con este bagaje vital, Mago decidió cambiar las cosas y devolver las risas a su ciudad armando a un equipo de filmación local para proyectar películas a los residentes locales y a lo largo de todo el país.

Aunque Finding Hillywood no llega a la hora de duración, el equipo de Warshawski ha tardado seis años en terminar la producción. Con un presupuesto alrededor de los 250.000 dólares la película rinde un homenaje pequeño a Ruanda pero comprometido con la energía y fuerza de su industria cinematográfica dispuesta a revertir la imagen internacional de la nación. Queda claro que los buques insignia del continente siguen siendo Sudáfrica, Ghana, Kenia y Nigeria con su Nollywood, la segunda en número de producciones por detrás de Bollywood (India).

logo_Rwanda_FilmFest_RFF

Linkedin para cineastas ruandeses

Seguramente Eric Kabera sea uno de los realizadores más importantes de Ruanda que ha sabido aprovechar su rol para impulsar y seguir difundiendo su sector. Aunque nació en Goma, Rpública Democrática del Congo, se instaló en Kigali a la edad de 25 años. Conocido por la sociedad que creó en 1996 Link Media Production, ha realizado diversos documentales como: Gardiens de la mémoire (2004), Moto auto Ouaga (2009) y Le voyage d’Alphonse (2009), entre otros trabajos en los que ha participado como productor.

En 2001, fundó el Rwanda Film Center del que surgiría unos años más tarde la idea, junto al mencionado Ayuub Kasasa Mago, de crear el Rwanda Film Festival en 2005. Hace un par de años Kabera fundó la primera escuela de cine del país Kwetu Film Institute, un centro con más de 200 estudiantes que pueden formarse en módulos técnicos y artísiticos. Y la última innovación en el campo cinematográfico de este gurú congolés es la creación de RwandaFilm.org. Esta plataforma pretende crear un mercado para que los cineastas regionales puedan crear un perfil, publicar sus trabajos, mostrarlos y encontrar posibilidades de trabajo en Ruanda.

The following two tabs change content below.
Co-fundador de Wiriko. Doctor en comunicación en África al sur del Sahara (US), Máster en Culturas y Desarrollo en África (URV), Máster en Relaciones Internacionales (UCM) y Licenciado en Periodismo (US). Es analista político y profesor universitario de Relaciones Internacionales, periodismo internacional y cines africanos. Ha realizado documentales en España, Cuba, Senegal, Kenia, Sudán del Sur, Mozambique o RDC. Responsable del área de Formación y de Comunicación y coordinador de la sección de Cine y Audiovisuales del Magacín. Contacto: sebas@wiriko.org

Latest posts by Sebastian Ruiz-Cabrera (see all)

1 comentario

Trackbacks y pingbacks

  1. […] en ruinas de Kigali, la capital ruandesa. Su historia, como la del Estudio de Artes Yego, combina arte y superación en un país que el próximo día siete de abril conmemora el Día Internacional de Reflexión sobre […]

Los comentarios están desactivados.