Contra la parálisis y el miedo… ¡unidad y lucha junto al sector cultural africano!

El sector cultural y creativo, tremendamente necesario para la cohesión y el desarrollo social, se ha visto severamente afectado por la crisis sanitaria, política, social y económica derivada de la pandemia global de Covid-19. Solo la solidaridad y la cooperación permitirán que salgamos de esta crisis, y para ello, Wiriko se ha unido a un elenco de creadores y activistas de la comunicación y el sector cultural africano que confluyen en este sendero. Así, cumplimos 8 años e inauguramos una 9ª temporada decidida a fortalecer lazos con un Sur creativo que nos despierta, tiende la mano y sienta las bases para quitar las mordazas caducas de la globalización en pleno siglo XXI. 

A pesar de que la cultura digital y las redes sociales han sido alternativas eficaces durante el confinamiento provocado por la pandemia global, festivales y eventos culturales de todo tipo se han cancelado alrededor del planeta. Mientras conocíamos que un tercio de los museos del mundo corre el riesgo de cerrar definitivamente, Barcelona lloraba el cierre del Teatro Club Capitol pocos días antes de que los también barceloneses cines Méliès bajaran el telón hundidos por la crisis. En Madrid, las compañeras de Grigri Pixel anunciaban también recientemente el cese de sus programas después de que el Ayuntamiento y Medialab “cambien sus prioridades” ante la pandemia global.

Mientras tanto, grandes plataformas de entretenimiento y contenido como Apple, Amazon o Netflix han aumentado sus ganancias con cotizaciones nunca vistas. Pero las evaluaciones del impacto económico del Covid-19 en el sector creativo asustan con el recrudecimiento de la precariedad laboral de trabajadoras y trabajadores del sector cultural. Y peor están las cosas para la escena artística alternativa e independiente a la que pertenece Wiriko, particularmente zarandeada. Hoy día, todos nuestros proyectos — el magacín, el Aula Wiriko, el Festival Internacional de Cine Africano de Barcelona (FICAB), MOTO KIATU o AFRICA On!, para mencionar los principales hasta la fecha— resisten por testarudez y puro activismo. Por un “voluntariado forzoso” de profesionales comprometidos y convencidos de la necesidad de nuestros proyectos para ampliar horizontes, construir puentes de diálogo o espacios comunes de resistencia capaces de impulsar una ciudadanía más consciente, sensible a la diversidad cultural y cohesionada.

Nuestra generación pasó la segunda década del siglo XXI atrincherada en dinámicas de supervivencia. El espíritu emprendedor y la postmodernidad tatuada en nuestras sienes como antídoto a la crisis del 2008 se ha demostrado trivial. Especialmente en la región subsahariana, achicada por injerencias políticas y expolio de recursos a modo de laboratorio de un capitalismo suicida. Mientras instituciones políticas y económicas exhiben su amplio surtido de incompetencias anteponiendo ganancias de unos pocos a costa de emergencias sanitarias, climáticas y de derechos humanos, la semiótica del miedo y la parálisis —sinónimos de muerte en el mundo animal— funciona como dogma en medios de comunicación globales que intentan aletargar la contestación ciudadana fabricando individuos apolíticos y conformistas. En su tesitura apocalíptica, hablan de la mayor crisis financiera desde la Gran Depresión. Un eufemismo para no proclamar la definitiva caída del sistema neoliberal como verdadero patógeno, que en su agonía, se aferra a su último aliento bulímico-vampiresco.

No obstante, la creatividad, el capital intelectual y la innovación persisten como señas de resiliencia humana y social. Hoy, más que nunca, de la mano del activismo y el clamor por una mayor justicia social a escala global, cuando la evidencia es que a mayor desigualdad, la especie se muere. La pandemia ha precipitado las últimas barreras psicológicas que aún nos mantenían ficticiamente separados y nos ha mostrado igualmente vulnerables en nuestra enorme diversidad para darnos cuenta de que no sobreviviremos aislados. La cooperación y la solidaridad entre sociedades se han revelado vitales. Y la conciencia sectorial y unidad entre pares, esenciales ante un nuevo lienzo que debemos empezar a dibujar desde la conciencia de que el verdadero poder radica en la sociedad civil.

Conscientes de ello, Wiriko da un paso al frente hacia el talante y sabiduría de varias personas y colectivos que trabajan en el campo cultural africano y en el terreno de la comunicación, conformando un Comité Asesor que contribuirá a afinar nuestra labor y honrar el sentido de cada uno de nuestros proyectos. Así, el colectivo espera favorecer proyectos más transformadores, inclusivos e inspiradores, capaces de sumar hacia un devenir global más equitativo. Extendiendo cada órgano del ecosistema Wiriko hacia diferentes puntos geográficos, seguiremos cooperando y construyendo puentes culturales que nos fortalezcan, enriquezcan y permitan condensar amplias dimensiones de lucha que pasan incontestablemente por el Sur.

Nuestro Comité Asesor arranca hoy con la periodista y escritora Lucía Mbomío (España); el gestor cultural, asesor estratégico de This Is Africa y miembro de Amnistía Internacional (Kenia), Gregg Tendwa; la periodista, fundadora de Positively African y storyteller, Maïmouna Jallow (Gambia); la crítica de cine y fundadora de la revista de cine panafricano Awotele, Claire Diao (Burkina Faso/Francia); la creadora del blog artístico Wakh’art, Ken Aicha Sy (Senegal); Bjorn Maes, gestor cultural y exdirector de programas de Africalia (Bélgica); y Mario Pissarra, historiador del arte y director de Africa South Art Iniciative (ASAI) (Sudáfrica).

Con ellos y ellas, inauguramos una nueva etapa de Wiriko, celebrando 8 años de andaduras y lanzando una 9ª temporada que, frente a la parálisis y el miedo generalizados, propone unidad y lucha colectiva.

¡Seguimos!

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Wiriko nació en 2012 como asociación cultural para la divulgación y promoción de las artes y culturas africanas. Wiriko.org, su principal proyecto, es el primer Magacín 100% dedicado a las Artes y las Culturas Africanas del Sur del Sáhara en lengua castellana. Una ventana para dar a conocer las realidades culturales contemporáneas de África y una plataforma para acabar con su desconocimiento y estereotipos. Como herramienta colaborativa para la interconexión y la cooperación cultural, impulsa un África muy distinta a la de los cuatro jinetes del Apocalipsis (guerra, hambre, pobreza y destrucción), y fomenta una visión más realista de lo que se produce, a día de hoy, en el continente africano.