«La Nayda es el deseo de producir música en Marruecos por y para marroquíes»

La gira española del cantante Ahmed Soultan quiere acercar la creatividad sonora del Marruecos urbano y dar a conocer las demandas sociales de su generación

A pesar de que según las últimas estadísticas del INE en España viven hoy más de un millón de marroquíes, poco se sabe sobre la cultura urbana que emerge del país vecino, los sonidos que hacen bailar los clubes nocturnos en sus principales ciudades o las luchas diarias de su juventud más comprometida.

Copan las portadas de los periódicos la migración irregular o las relaciones comerciales entre España y Marruecos, pero el Pop y la modernidad emergente del país norteafricano quedan relegados al universo de lo exótico en el mejor de los casos, si no es prejuzgado de producto “occidentalizado” por los críticos musicales del Norte. Sin embargo, Marruecos tiene una escena discográfica efervescente, cuya Nayda — una especie de Movida madrileña del siglo XXI— marca el ritmo de toda una generación, de la cual emerge una de las voces más soulful de la región: la de Ahmed Soultan.

Con una infusión local del rock, hip-hop y soul afro-árabes, Soultan cree que España es ajena a los sonidos que emergen del Marruecos más urbano “precisamente porque es principalmente un movimiento marroquí, menos presente en la diáspora marroquí en España”.

Sin embargo, con su primera gira europea, que hará parada los próximos 10 de octubre en Sala Bóveda de Barcelona y el 12 de octubre en Café Berlín de Madrid, el artista pretende romper este vacío y dar a conocer el ‘Afrobian’, un estilo propio que como nos cuenta en una entrevista vía email decidió crear “para definirme geográficamente, no tanto artísticamente, porque el arte es subjetivo, mientras que la realidad de una geografía es un hecho”.

Así, desde el universo árabo-africano, el artista nacido hace 41 años en el seno de una familia de humildes agricultores de Taroudant, en el sur de Marruecos, llega con su directo “Afrobiano”. Con casi dos décadas dando el callo encima de los escenarios y resonando en radios de toda África, Ahmed Soultan se ha convertido en toda una estrella del Magreb. “Llevo 15 años mezclando mis idiomas, el amazigh y el darija árabe marroquí con inglés y francés”, dice el políglota músico, quién además nos desvela sus principales influencias musicales: “Mi tío Ammouri Mbarek con su banda «Ousman» fue parte de la música de mi infancia, pero también el Nu-Soul de Filadelfia, con artistas como D’angelo, Soulquarians… así como artistas de la Nigeria contemporánea o de Ghana”. Además, proclama sin complejos: “Para ser sincero, no soy una persona purista, escucho un poco de todo”.

Y eso se refleja en las canciones pegadizas de su último larga duración, titulado Music has No Boundaries —La Música No Tiene Fronteras— y la versión extendida que viene a presentar a España, con las que Ahmed Soultan irradia optimismo. “Mis palabras hablan de positivismo, de estar en un estado mental positivo. Esto es, en mi opinión, un requisito previo si se desea superar ciertas situaciones que vivimos hoy. Creer en uno mismo y en las capacidades de uno es crucial”, señala. Y parece que esta actitud le ha funcionado a las mil maravillas, ya que gracias a su empeño ha podido contar con grandes nombres de la música en su último álbum. “Después de colaborar con George Clinton, a quien conocí gracias a su sobrino Ray, tuvimos la idea de invitar a Fred Wesley y Pee Wee Ellis, dos músicos de James Brown que me encantan. De allí surgió la posibilidad de asociarnos también a Femi Kuti. La música habló y así nació mi ‘Afrobian’”, recuerda orgulloso.

Esa infusión de Funk y Afrobeat, con beats electrificados y neo-soul con aromas de clavo lleva impreso el sentimentalismo y las alabanzas a la mujer como uno de sus temas preferidos. Aunque no promulga un romanticismo infantil, ni quiere erigirse en portavoz del feminismo, sino que promueve un amor maduro que enaltece a la mujer rural amazigh, árabe, negra o africana en general. “Pretender ser un hombre capaz de comprender las dificultades que encuentra una mujer en Marruecos estaría fuera de lugar”, reconoce Soultan.

Ahmed Soultan, un ejemplo de la autoafirmación de la escena musical marroquí

Y a pesar de considerarse un tipo optimista y querer insuflar positivismo con sus canciones, Ahmed Soultan no quiere dar un mensaje erróneo y reivindica la necesidad de llevar los tímidos desarrollos materiales de Marruecos a un nuevo estadio centrado en las personas. “En pleno siglo XXI, en los pueblos de Safa y Loubna Douar, en Mezghala, donde vivo, hay riesgo de desescolairzación si la infraestructura de transporte no se establece rápidamente; un sistema de salud deficiente o el desempleo juvenil son desafíos que deben superarse a través de un modelo económico que aún no se ha encontrado pero que será nuestro”, señala apuntando a la necesidad de hallar soluciones locales a los retos que vive Marruecos hoy.

Los problemas, las preguntas, las afirmaciones de un joven noruego, un español o un neozelandés son muy diferentes de las de un indio urbano o un marroquí que vive en el mundo rural, creo que es importante tener en cuenta que aunque todos somos terrícolas, no tenemos las mismas prioridades. Sería bueno si las empresas de los países más avanzados económicamente integran este parámetro, y las cuestiones de orden social o libertades individuales son parte de él”, opina el artista marroquí, mostrándose crítico con los más de sesenta años de soluciones fallidas impuestas desde Europa para África desde las independencias.

De la desilusión de una emancipación no llevada a cabo del todo o de las tímidas transformaciones políticas de las últimas dos décadas, emerge la propia escena musical marroquí contemporánea, un movimiento que nace como un acto de autoafirmación.

La Nayda es el deseo de producir música en Marruecos, por marroquíes y para marroquíes primero, y si es agradable en otros lugares, genial. Pero en este estilo hay una idea primigenia de independencia económica, financiera, de un mercado propio…”. Aunque el artista no titubea en reconocer la importancia de poder despuntar en un marco internacional: “Lo que me gustaría es poder contar a través de mi experiencia el éxito de un músico marroquí en el extranjero, no solo en casa (…) Se trata de conquistar la demanda de mercados “maduros””, señala Soultan haciendo referencia a la industria musical del Norte global.

Y es normal que los artistas del país aspiren a prosperar económicamente. De hecho, tal como cuenta el cantante, así ha sido a nivel local en los últimos años. “Hemos vivido transformaciones estructurales, de equipamientos, infraestructuras, conectividad ferroviaria y aérea, transformaciones agrícolas…”, reconoce. Pero también explica, reivindicando la necesidad de trabajar en pro de los derechos humanos que aunque “la Nayda es un reflejo de este período de euforia, ahora estamos en una especie de segunda fase, donde los hombres y las mujeres deben trabajar sobre sí mismos y donde lo humano necesita ser puesto en el centro de las políticas públicas. La música urbana actual en Marruecos lleva impreso de forma parcial este mensaje”.

 

VENTA DE ENTRADAS

Barcelona: Sala Bóveda el 10 de octubre de 2019.

Entradas disponibles aquí.

Madrid: Café Berlín el 12 de octubre de 2019

Entradas disponibles aquí.

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Investiga y escribe sobre ciudades africanas, derechos humanos y música. Le mueve la creatividad con la que construye futuro la juventud africana en contextos urbanos, especialmente en África del Este. Sus campos de trabajo son el periodismo escrito y radiofónico, la investigación o la gestión cultural. Cofundadora de Wiriko y coordinadora de Seres Urbanos (EL PAÍS), actúa como consultora independiente para entidades del tercer sector y actualmente, es Técnica de Cooperación Internacional en el Ayuntamiento de Girona. Licenciada en Filosofía (UB), posgraduada en Estudios Africanos y Desarrollo (UPF) y máster en Culturas y Desarrollo en África Subsahariana (URV).