12 películas sobre negros que Trump nunca visionará

Hace unos meses inauguraba el entonces presidente Obama en Washington el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana. Ha tardado un siglo en convertirse en realidad. No ha sido un milagro sino voluntad. Aunque bien podría incluirse la presidencia de Barack Obama en el catálogo de los milagros si tenemos en cuenta el pasado reciente de esta nación. Hablo de milagro que no de santidad, ojo. El gesto de este nuevo museo fue solo uno de sus intentos en enmendar el pasado de su país en relación con la población, que es mayoritaria, hijos de migrantes. Incluido el propio Trump. Pero esta afirmación cobra importancia en el campo del cine. Se puede afirmar que la era Obama y el relanzamiento de lo “afro” comenzó en enero de 2009, cuando el director Lee Daniels dirigió su ácida Precious, adaptada por Geoffrey Fletcher de una adaptación de Push, primera novela de Ramona Lofton escrita bajo el pseudónimo Sapphire. El guionista recibió un Oscar, como también Monique Angela Imes (Mo’nique) a la mejor actriz de reparto. Precious dejó sin palabras a los jurados de decenas de festivales entre ellos los de San Sebastián, Cannes, Toronto o Sundance.

No era una historia bonita. Más bien de esas que te desgarran las lágrimas y te dejan desalmado. Seco por dentro y por fuera. Porque Precious es una adolescente obesa, analfabeta, embarazada por la violación de su padre y con un madre que la sacude psicológica y físicamente. Una película donde el director Daniels expone toda la rabia de la pobreza afro arraigada en los suburbios de Nueva York, en Harlem. Un odio hacia los orígenes de la segregación en la capital del mundo.

Era el tipo de película que Hollywood nunca pensó que llegaría a tener éxito. Y sin embargo, lo hizo. Reconocimiento de la crítica, sus seis nominaciones a los Oscar, dos galardones, una recaudación magnífica que la mantenía en las carteleras mucho más tiempo de lo que nadie había esperado. E incluso, el objetivo conseguido: se desencadenó un gran debate dentro de la industria sobre las perspectivas de otros proyectos desafiantes y, por qué no, moralizantes.

El debate comenzó a intensificarse y la textura de las historias que aparecían en pantalla comenzó a cambiar. Ese mismo año aparecería The Blind Side (Un sueño posible), 2009 que le valió un Oscar a Sandra Bullock examinando la culpa blanca cara a cara. Pero las caras negras todavía estaban detrás de las bambalinas. Claro que desde hace años el pódium de los actores y actrices negros han tenido eco y mucho: Morgan Freeman, Denzel Washington, Will Smith, Samuel L. Jackson, Halle Berry, Eddie Murphy o Whoopi Goldberg. Había películas de negros dirigidas a atraer a un público negro. Pero durante los ocho años de gobierno de Obama, si algo hizo por la historia afro de los Estados Unidos fue apoyarla, hacerla visible y naturalizarla a través del cine. Ayudar a reescribir la historia.


La esclavitud como pecado original del nacimiento de los Estados Unidos

Hace unos años tratamos el tema en Wiriko. En ese artículo decíamos que las visiones diferenciadas de la Guerra de Secesión estadounidense que ofrecían Spielberg, con su película Lincoln, 2012 y Tarantino, con Django desencadenado, 2012 conducían a un clima previo a la celebración de los Óscar enmarcado en el sentimiento patriótico a la bondad de la nación. Sea como fuere, 12 años de esclavitud, 2013 dirigida por Steve McQueen abrió un nuevo camino: revisión del pasado, orgía de azotes y tres Oscar, uno de ellos a la mejor película, otro al guion adaptado y a la mejor actriz de reparto, la keniana Lupita Nyong’o.

 

 

 


Marcha para reclamar el voto afroamericano

Selma, 2014 es un drama político entusiasta, en el que la directora Ava DuVernay narra la historia de la batalla trascendental que vivieron el reverendo Martin Luther King y otros líderes para aprobar la ley de 1965 del Derecho al Voto. Una marcha desde Selma a Montgomery, Alabama, en marzo del 1965. Con Selma, DuVernay se convirtió en la primera directora afroamericana en ser nominada en los Oscar a la mejor película.


Diferencias de clase y menosprecio a los criados negros

Criadas y Señoras (The help), 2011 cuenta la historia de una joven escritora valiente, Eugenia “Skeeter” Phelan, quien ha decidido escribir un libro sobre las criadas negras que crían a los niños blancos en su ciudad natal. Estamos en Jackson, Mississippi en 1963. Un guion sobre la segregación, el linchamiento y la humillación.

El mayordomo (The Butler), 2013 es el relato ficticio de un hombre negro del sur del país que trabajaba como mayordomo de la Casa Blanca durante siete presidentes: desde Eisenhower hasta Reagan. La historia de este hombre, que comienza en un campo de algodón de Georgia y termina con una invitación al lugar de donde emigró, describe un viaje personal, racial y nacional de una manera que hace pensar, a pesar de lo ficcionado, que es un claro mensaje a la exploración de los orígenes de Obama.

 


Discriminación policial y de las leyes contra la población afrodescendiente

Estación Fruitvale (Fruitvale Station), 2013 fue la ópera prima de Ryan Coogler, y se estrenó golpeando en el corazón del debate. La película recoge el trágico incidente en la estación de metro de San Francisco Fruitvale en la noche vieja del 2008 cuando Oscar Grant III fue asesinado por un policía tras unos altercados que fueron grabados con el móvil de los propios pasajeros del metro. Aunque le condenaron a dos años de prisión, el policía fue puesto en libertad a los once meses. En los Estados Unidos las manifestaciones  han aumentado en el último año a causa de los asesinatos de población negra a manos de los cuerpos de seguridad estadounidenses que se exceden en sus cometidos.

13, 2016 acaba de recoger tres Premios de la Asociación de Críticos y está en la lista a los Oscar al mejor documental. La película narra cómo el sistema de justicia criminal de Estados Unidos ha sido impulsado por el racismo desde la época de la esclavitud hasta los tiempos actuales donde existe una encarcelación en masa. La película se llama así por la 13 enmienda constitucional que abolió la esclavitud con la excepción de castigo si cometes un delito. Y aquí establecieron la trampa. ¿Porque qué se entiende por delito?


Amor y superación

Como escribía el periodista Jordi Costa en el diario El País, la película Figuras ocultas, 2016 «reivindica el decisivo papel de las matemáticas afroamericanas Katherine Goble Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson en el seno de la NASA, sobre el telón de fondo de una carrera espacial obligada a acelerar tanto su ritmo como su eficacia tras el lanzamiento del Sputnik I por parte de la Unión Soviética. La lucha por los derechos civiles, que alcanzaba sus primeras conquistas aisladas contra la segregación, suma dimensión épica a la justa labor de visibilidad que rige la película».

 

Loving, 2016 trata sobre el matrimonio en 1958 entre Richard, un hombre blanco de clase trabajadora interpretado por Joel Edgerton y Mildred Jeter, una mujer negra interpretada por la etíope irlandesa Ruth Negga. La ceremonia se llevó a cabo en Washington DC, pero la pareja se encuentra acosada, encarcelados y perseguidos en su estado natal de Virginia debido a las leyes basadas en ese insidioso y término cuasi-científica: «mezcla de razas». Con la bendición del fiscal general Bobby Kennedy, el caso de los Loving es tomado por la Unión Americana de Libertades Civiles y su caso es finalmente aprobado por en el Tribunal Supremo estableciendo el derecho a vivir como marido y mujer y derrocar las leyes de Jim Crow. Estas leyes estatales y locales en los Estados Unidos en vigor entre 1876 y 1965, propugnaban la segregación racial en todas las instalaciones públicas por mandato de iure bajo el lema «separados pero iguales» y se aplicaban a los afrodescendientes y a otros grupos étnicos no blancos en los Estados Unidos.

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Co-fundador de Wiriko. Doctor en comunicación en África al sur del Sahara (US), Máster en Culturas y Desarrollo en África (URV), Máster en Relaciones Internacionales (UCM) y Licenciado en Periodismo (US). Es analista político y profesor universitario de Relaciones Internacionales, periodismo internacional y cines africanos. Ha realizado documentales en España, Cuba, Senegal, Kenia, Sudán del Sur, Mozambique o RDC. Responsable del área de Formación y de Comunicación y coordinador de la sección de Cine y Audiovisuales del Magacín. Contacto: sebas@wiriko.org

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