Un «museo vivo» de Londres narra las historias de migrantes y refugiados
Jade se seca las lágrimas. Su voz se entrecorta pero sigue empecinada en terminar su historia. Ella es una refugiada ugandesa que llegó a Londres huyendo del dictador Idi Amin Dada. Su régimen mató a toda su familia. Ella se libró de casualidad y gracias a un niño soldado cuyos padres habían trabajado en su granja. Jade habla bajito. Cuenta su relato como para quitarse un peso de encima. Para sentirse viva. Como cuando decidió ir a por una hamburguesa del McDonald’s tras quemar la yuca que cocinaba, perdida en el pasado.
Lucas es de Sudáfrica. De padre indio y madre inglesa. Se mudaron al Reino Unido cuando todavía era un niño y en el colegio no quiso ser “paki” (término despectivo hacia las personas de origen paquistaní) aunque no lo fuera. Cosas de niños, o no, lo de generalizar. Decidió entonces distanciarse de su padre, de esa parte de la familia que no era blanca. Avergonzado de su propia identidad, gracias a Londres supo abrazar su multiculturalidad abandonada.
Estas dos historias, un pequeño sustrato de la Londres africana, son sólo un par de ejemplos de todas las que formaron parte del montaje London Stories: Made by Migrants organizado por el Centro de Artes de Battersea. Un refugiado sirio, una superviviente de Auschwitz, un padre víctima de un ataque racial… Maryam, Lily, Eithne, JJ, Graciella, Prossy, Rabiah, Lemmar… Todos ellos también tienen su relato. 29 historias procedentes de los cinco continentes, de personas de distintas edades, sexo y religión. Y todos tienen a Londres en común.
La segunda temporada de este proyecto, se inició en 2013, se ha centrado en las migraciones. “Decidimos hacer esta edición debido al clima político actual y a la negatividad de la prensa ante la inmigración. Queremos contar estas historias porque en esta experiencia la audiencia va más allá de los titulares. Es una fotografía verdadera, real, amplia y honesta de la ciudad”, explica a Wiriko el asistente de producción Ralph Thompson.
El Centro de Artes de Battersea ha sido históricamente un lugar volcado hacia la comunidad. Antigua sede del ayuntamiento del distrito d Battersea, fue punto de encuentro de los movimientos sindicalistas y apoyó la lucha a favor del sufragio femenino. Además en 1913 fue el lugar donde John Archer, el primer alcalde negro de Londres, fue elegido. London Stories se convirtió en una ocasión para acercar a los vecinos y a otros tantos residentes londinenses a escuchar, a emocionarse, a reír y a dejarse llevar. “Vivimos en una ciudad de 8 millones de personas. Me cruzo con gente, voy en el metro y me pregunto cuál serán sus historias. El objetivo era abrir nuestro edificio, un edificio público, para contar historias de gente que forma parte de la comunidad”, dice Thompson.
“No son sólo historias de personas que escaparon de la guerra sino también de irlandeses o británicos que han acabado en Londres«, apunta el asistente de producción de un largo proceso de cinco meses. La iniciativa recibió más de 200 relatos, donde el principal desafío fue encontrar un equilibrio entre todas las vivencias.
Como complemento entre el que cuenta y el que escucha, la antigua Sala de Plenos acogió la exposición de distintos objetos personales de los protagonistas. Una muñeca, cartas de familiares, fotografías, la biografía de Malcom X e incluso una pierna ortopédica. London Stories: Made by Migrants fue una compilación de experiencias compartidas en un antiguo ayuntamiento pero que caminan a diario por una Londres que es “némesis y salvación”.
Las personas detrás de los titulares de prensa
Los medios, contribuyentes del imaginario social, han apostado en muchas ocasiones por representar la inmigración como un ataque a los valores identitarios. El montaje sin embargo tiende la mano a las personas opacadas por la generalización. En un escenario íntimo y con sólo ocho personas presentes, el contacto visual desbarata cualquier miedo a lo desconocido. El arte de escuchar se desempolva y se disfruta. Los protagonistas acuden a cada sesión con sus estados de ánimo, con la lista de la compra en la cabeza y con el vencimiento de la factura de la luz. No hay más guión que su propia vida. “No son actores y cada día es distinto. Sólo tuvieron un par de talleres en los que les ayudamos a estructurar su relato”, cuenta el asistente de producción, Ralph Thompson.
Estas historias, tanto de Londres como de cualquier otro sitio, tienen poco que ver con el teatro. “Es una experiencia íntima para desmontar la idea del migrante como una amenaza. Se produce un contacto humano” en una invitación a una realidad tan compleja que no entiende de etiquetas. Los responsables han querido desafiar a aquellos medios que frivolizan y utilizan a los inmigrantes como incentivo para vender periódicos. O ganar visitas. Fue así como surgió la idea de empapelar las instalaciones del recinto con diversos titulares de prensa como:
“Ministro: respete nuestras leyes y costumbres. Sea británico, Hurd. Dígaselo a los migrantes”, The Daily Mail. 24 de febrero de 1989.
“Los migrantes toman todos los trabajos en el Reino Unido”, The Daily Express. 2 de noviembre 2007
“Migrantes, ¿cuántos más podemos acoger?”, The Daily Mail. 28 de agosto 2015
En un contexto brexiteer producciones como London Stories desmontan los prejuicios. La opción del Remain ganó en Londres (59.9% de los votos) y la ciudad mostró su identidad migrante. Casi el 40% de los londinenses han nacido fuera del Reino Unido según el último censo.