Kaïdara, comienza el viaje

Portada de la edición de la Editorial Kairós de «Kaidara. Cuento inciático peule».

No es casualidad, Kaïdara, la reproducción del cuento iniciático peul narrado por Amadou Hampâté Bâ abre esta sección de letras africanas de Wiriko. La elección del relato no es casual y de hecho está teñida de la carga simbólica que alberga la mayor parte de la literatura tradicional africana.

Amadou Hampâté Bâ (Bandiágara, 1901 – Abidjan, 1991) es probablemente el intelectual africano más popular en el resto del mundo y, sin duda, el más conocido de entre los que se han empeñado en restituir el prestigio de la tradición del continente. Hampâté Bâ con su incansable recopilación de la tradición oral dio consistencia a los pilares sobre los que descansa la defensa de la riqueza de la cultura africana, mucho antes de la llegada del colonizador blanco. Sin duda, la frase pronunciada en la Unesco en la que afirmaba que “en África, cuando un anciano muere es como si se quemase una biblioteca” es la que le ha valido una buena parte de su popularidad, pero la importancia de su labor, de su obra es mucho más profunda.

Muchos de los trabajos de Hampâté Bâ tienen peso suficiente para inaugurar esta sección en un proyecto emergente como es Wiriko, sin embargo, pocos pueden resultar tan representativos como Kaïdara. El autor recoge en este relato algunos de los elementos fundamentales de la mitología, de la cosmogonía peul y algunos de ellos son transversales, comunes a muchas otras tradiciones africanas.

Para empezar, Hampâté Bâ pone de manifiesto una de las piedras angulares de la educación tradicional en una buena parte del continente, el concepto de que la sabiduría, la adquisición de conocimientos es un proceso, en este caso un viaje. Un viaje cuyo final desconocen sus protagonistas y cuyo recorrido es una sucesión de las sorpresas más insospechadas. ¿Hablamos de valores? Es sencillo, el relato deja claro al lector que ese camino hacia la sabiduría está lleno de obstáculos, de tropiezos, incluso de errores que sólo se pueden superar con honestidad, humildad y apertura de mentes. Sí, eso es, la tradición no está reñida, ni mucho menos, con la apertura de mentes, con la fuga de los prejuicios. Hampâté Bâ, lo deja muy claro, déjate llevar por los prejuicios, siéntete más digno que cualquier otra persona y te perderás todo lo que el resto del mundo te puede enseñar. Y, por supuesto, nunca sabrás si lo que te podía enseñar la persona a la que menospreciaste era, precisamente, lo que habías buscado toda tu vida.

Es evidente que el estilo de Kaïdara es absolutamente prestatario de la tradición oral y que su lectura, a una mente occidental, le puede resultar fácilmente lenta o, incluso, infantil. Sin embargo, se impone que el lector ponga algo de su parte. Esa es también la idea, el lector debe ser activo, si sólo espera un rato, unas líneas de entretenimiento, Kaïdara puede dejarle insatisfecho; si hace el esfuerzo de buscar lo que hay más allá de las palabras, no cabe duda de que la satisfacción será plena. Lo ha sido durante siglos en la cultura peul y durante décadas en la universal.

Edición en castellano

Kaïdara. Cuento iniciático peule

Editorial Kairós, Barcelona, 2002

Traducción: Fermín Guisado

The following two tabs change content below.
Ciberactivista, periodista y amante de las letras africanas. Co-fundador de Wiriko. Licenciado en Periodismo (UN), postgraduado en Comunicación de los conflictos y de la paz (UAB) y Máster Euroafricano de Ciencias Sociales del Desarrollo: Culturas y Desarrollo en África (URV). Es coautor del ensayo Redes sociales para el cambio en África (IV Premio de Ensayo Casa África). Sus ámbitos de interés y de estudio son la comunicación, las TIC y la literatura. Responsable de las áreas de Comunicación y de Publicaciones y coordinador de la sección de Letras del Magacín.
1 comentario

Trackbacks y pingbacks

  1. […] por sus obras en muchos otros entornos, como puede ser el siempre valorado por la Unesco Ahmadou Hampaté Bá o el nigeriano traducido una y otra vez Chinua Acheve. Huyendo de ese victimismo ya mencionado […]

Los comentarios están desactivados.