Páginas llenas de sensualidad africana
Derribar estereotipos es una labor tan larga como trabajosa. Y, a veces, esa labor se entrelaza con otras acciones militantes de algunos colectivos concretos, como la construcción de nuevos espacios para las mujeres y por parte de las mujeres. En esta cruzada la literatura y la cultura, en general, es una poderosa herramienta. Uno de estos ejemplos es el último libro coordinado por la escritora camerunesa Léonora Miano. Volcaniques, une anthologie du plaisir es una antología de relatos que se sumergen en el deseo femenino. Puede parecer un esfuerzo innecesario, pero es evidente que es totalmente necesario que las propias escritoras africanas demuestren que sus experiencias del deseo, de la sensualidad, incluso del erotismo están completamente normalizados.
Volcaniques, une anthologie du plaisir aparece como el segundo paso de una estrategia más amplia que tuvo un primer episodio en Première nuit, une anthologie du désir, que tenía un enfoque similar pero desde la perspectiva masculina. En esa ocasión, eran los hombres los que escribían relatos sobre esas temáticas sensuales poco relacionadas con la literatura africana.
Miano y sus compañeras de viaje, doce escritoras africanas y caribeñas afrodescendientes, han construido un volumen con el que rompen muchas de las ideas preconcebidas. Es uno de esos ejercicios de ruptura de líneas rojas. ¿Sobre qué pueden y deben escribir los autores africanos? ¿Cuáles son los límites de la intimidad de los creadores? Los doce relatos que componen Volcaniques, une anthologie du plaisir demuestran que la literatura africana es ilimitada, que las sociedades africanas también viven de experiencias sensuales y que el papel de las mujeres puede ser más diverso y más variado de lo que la miopía occidental está dispuesta a aceptar. En todo caso, Volcaniques, une anthologie du plaisir tampoco tiene empacho en demostrar que la condición femenina tiene todavía espacios por conquistar, pero al mismo tiempo, que son las propias mujeres las que portan el estandarte del nuevo papel que se está construyendo.
Bajo el rótulo luminoso de historias sobre el deseo femenino en Volcaniques, une anthologie du plaisir, las autoras despliegan todo un abanico de aspectos concretos, de sentimientos diversos, de enfoques diferentes y de voces heterogéneas. Está la de la joven que está despertando a su sexualidad gracias a la combinación de las lecturas eróticas y las experiencias de una prima con un visión naturalizada del sexo sin compromiso es incluso instrumentalizado. Pero las más de doscientas páginas de este volumen también dejan espacio a una visión casi metafísica de las relaciones sexuales, o para la visión del sexo como un vano recurso para llenar espacios afectivos, e incluso para un enfoque de la sensualidad desde la madurez y la sensualidad más allá del ardor.
Las doce plumas privilegiadas que firman estos relatos, a saber, Hemley Boum, Nafissatou Dia Diouf, Marie Dô, Nathalie Etoke, Gilda Gonfier, Axelle Jah Njiké, Fabienne Kanor, Gaël Octavia, Gisèle Pineau, Silex, Elizabeth Tchoungui, Léonora Miano, presentan un espectro casi inabarcable, de temáticas y enfoques sobre la sensualidad, pero también de voces diversas y de estilos distintos.
Como la propia Miano señala en la contraportada de la obra: “Muchas mujeres se reconocerán en estas páginas, sean de dónde sean. En cuanto a los hombres, encontrarán, quizá, la clave del gran misterio que parece ser, para algunos, el placer femenino”. Cierto que ese halo de misterio existe, pero se acrecienta aún más en el caso de las mujeres africanas, que en el imaginario occidental parecen abocadas a la pasividad y a las que no se reconoce la capacidad del disfrute y, sobre todo, la reivindicación de su propia sexualidad.
A la espera de que alguna editorial se lance a traducir este libro, aquí se puede disfrutar de algunas de sus páginas en francés.
La mujer en nuestra querida África, tiene un papel vital, quizás poco visible, pero en un continente en el que la familia es un pilar fundamental la mujer tiene un rol protagónico, en algunos casos poco visible pero sin ella, no habría esperanza.
Al ser África un continente rico en valores humanos, de variadas culturas milenarias, sumando a sus grandes riquezas naturales; es África la deuda y el futuro de la economía, dado que tiene una gran población y ella va en crecimiento, debemos de recordar de que su gente es muy jóven, con eso el acceso, adquisición de cultura y bienes en general, están asegurados.