El cierre del teatro Fugard en Sudáfrica indica problemas sistémicos

El Departamento de Deportes, Artes y Cultura fracasa en la misión de mantener vivo el teatro Fugard 

La reposición del musical sudafricano King Kong en 2017 del teatro Fugard.

 

 

Por Fiona Ramsay, Profesora de artes escénicas en interpretación y voz y candidata a doctorado, Universidad de Witwatersrand

La hermandad de teatro de Sudáfrica ha asistido con el corazón roto a la noticia de que el famoso teatro Fugard de Ciudad del Cabo cierra sus puertas para siempre. Lleva el nombre de Athol Fugard, el dramaturgo, el teatro se fundó en 2010 y produjo muchos hitos, como los musicales King Kong (2017) y Kat y los reyes (2012). La actriz y académica Fiona Ramsay es jefa del Departamento de Teatro y Artes escénicas en la Universidad de Witwatersrand. Preguntó a Ismail Mahomed, dramaturgo y administrador veterano del festival de teatro y de las artes, sobre qué fuerzas hicieron que el teatro cerrara y si se podía haber evitado.

¿Qué significa el cierre del teatro Fugard?

El cierre del Fugard significa mucho más que simplemente la pérdida de un lugar más donde los artistas, técnicos y administradores podrían haberse ganado la vida. El Fugard se alzó como un ave fénix en la Sudáfrica democrática. Estaba situado en un área que había sido demolida una vez por las excavadoras del apartheid durante la destrucción del área residencial interracial denominada Distrito Seis como resultado de la Ley de Agrupación por Áreas de 1950.

El Fugard estaba a la sombra de la montaña de la Mesa, situado casi detrás del ayuntamiento de Ciudad del Cabo donde Nelson Mandela dio su discurso inaugural tras ser liberado de prisión.

Simbolizaba lo que era posible en Sudáfrica: el regreso a las raíces y la recuperación de nuestras historias. El teatro Fugard nos dio la libertad de visualizar el presente y el futuro.

¿Cuál es el legado del teatro?

Una de las frases más profundas que fue alguna vez pronunciada en los escenarios del teatro fue la de Athol Fugard. En su inauguración dijo:

“Estamos sentados a los pies de los fantasmas”.

Fue un pensamiento relativamente horripilante, pero significaba más que simplemente sentarnos a los pies de los fantasmas de las personas que vivieron en el Distrito Seis.

Nos sentábamos a los pies de Barney Simon, Ramaloa Makhene, Doris Sihula, Matsemela Manaka, Mavis Taylor, Lucille Gillwald y todos esos otros artistas fallecidos que usaron sus creativas voces para luchar contra el apartheid y la censura mediante el teatro, y cuyos espíritus habían llegado a regocijarse en el nacimiento de un nuevo teatro tras el apartheid, de amplia audiencia, independiente y que avocaba por la libertad de pensamiento.

¿Qué parte de esto fue causada por la COVID-19? ¿Podría haberse evitado?

Las restricciones por la COVID-19 afectaron gravemente a los teatros y hubo varias iniciativas tomadas al comienzo del confinamiento nacional para proveer a los artistas de ayuda inmediata, tanto financiera como material.

La creciente crisis en el sector de las artes escénicas ha sido causada por la falta de visión y estrategia y la más ínfima comprensión sobre el sector del Departamento de Deportes, Artes y Cultura; por lo tanto, los fondos de apoyo al artista ofrecen poca esperanza para el renacimiento de la industria tras el confinamiento.

El exterior del teatro en Ciudad del Cabo.

 

¿Por qué implica esto mayores problemas?

Desde 1994, el Gobierno de Sudáfrica ha fallado en el proceso de desarrollar un departamento bien estructurado de cultura y arte. El sector ha sido provisto de un embarazoso ministro de las Artes tras otro. Las instituciones de las artes escénicas se han convertido en agencias de “arte oficial” que a menudo son antintelectuales.

La Fundación del teatro Market, que fue un centro de libre pensamiento y participación política progresista, es una sombra de lo que fue. Esto se debe principalmente a que más del 90 % de las subvenciones que recibe del departamento se gasta en salarios exorbitados y costes de operaciones y del Consejo (la junta). Queda muy poco dinero para invertir en la creación de trabajo para los artistas.

El peor momento del teatro Market en sus 44 años de historia fue cuando los ejecutivos superiores tuvieron que denunciar irregularidades y atenerse a la ley de Protección de Divulgaciones contra el Consejo de Gobierno, elegido y defendido por el ministro de las Artes.

Un libro blanco sobre las artes, la cultura y el legado ha estado en revisión desde 2015, y todavía está lejos de implementarse. El proyecto Leyenda Viva, iniciado por el departamento para honrar a artistas de más de 70 años, ha perdido millones a causa del fraude. Veinte millones de rands fueron robados del teatro State en Pretoria por algunos de sus empleados.

En este contexto, los artistas independientes han estado luchando por ser reconocidos, respetados y apoyados.

El interior del auditorio principal del teatro.

¿Cómo ha ayudado o estorbado el estado a teatros como el Fugard?

El Fugard no recibió ningún apoyo del Departamento de Artes y Cultura. Incluso cuando empezó a sonar la alarma el año pasado de que entraría en bancarrota no hubo apoyo del gobierno local, provincial ni nacional. Mientras que el cierre del teatro Fugard es una dura crítica contra el departamento por no ver su relevancia nacional, también es una dura crítica contra el gobierno provincial y local por no ver la importancia de este teatro en impulsar la economía local y el turismo cultural.

El teatro sobrevivió de la generosidad de un solo filántropo, Eric Abraham, y de los seguidores leales del teatro, lo que ofreció una oportunidad para construir una asociación significativa para la sostenibilidad del teatro. Pero el Gobierno aparentemente no vio ningún valor en una asociación público-privada.

¿Qué papel habría jugado el Fugard en el futuro del teatro sudafricano?

El Fugard, en el sur del país, era un contrapeso del Market en Johannesburgo. Ambos teatros fueron fundados como instituciones independientes. Ambos fueron fundados por visionarios. Ambos estaban situados en partes de la ciudad que estaban siendo recuperadas. Ambos atraían a público diverso con historias únicas de Sudáfrica. Tras el confinamiento, el Market sobrevivirá a la sombra de su anterior reputación, pero ahora apoyado por un departamento con una reputación manchada.

El Fugard, desgraciadamente, volverá a ser cenizas, cerrado, bloqueado y silenciado. Será un monumento a cómo un departamento fracasado no pudo igualar la filantropía
pública. El departamento no pudo apoyar al teatro para que recuperara sus historias y permitiera a sus patrocinadores regresar a sus orígenes para que pudieran sanar. Sin embargo, la cohesión social es un cometido principal del departamento. Además, la marginalización del sector del teatro independiente en Sudáfrica provoca preguntas sobre el compromiso del departamento con los valores constitucionales de libertad de expresión y de creatividad.

Mahomed era CEO de la Fundación del Teatro Market en el momento en el que tuvo lugar la crisis de denuncias de irregularidades.

Artículo publicado originalmente en inglés por The Conversation y publicado en español con la colaboración de Casa África. Traducción: Javier Barbero Alonso.

The following two tabs change content below.
Wiriko nació en 2012 como asociación cultural para la divulgación y promoción de las artes y culturas africanas. Wiriko.org, su principal proyecto, es el primer Magacín 100% dedicado a las Artes y las Culturas Africanas del Sur del Sáhara en lengua castellana. Una ventana para dar a conocer las realidades culturales contemporáneas de África y una plataforma para acabar con su desconocimiento y estereotipos. Como herramienta colaborativa para la interconexión y la cooperación cultural, impulsa un África muy distinta a la de los cuatro jinetes del Apocalipsis (guerra, hambre, pobreza y destrucción), y fomenta una visión más realista de lo que se produce, a día de hoy, en el continente africano.