‘Los cinco grandes’ de África en Sudáfrica podrían ser seis

El león, el elefante, el búfalo, el rinoceronte y el leopardo son los considerados ‘cinco grandes’ de África, así llamados por ser los animales de mayor tamaño y fuerza, y por tanto, los más difíciles de cazar. Todos ellos se pueden contemplar en el Parque Nacional Kruger, situado en la localidad sudafricana de Phalaborwa. Abierto hace 120 años, este parque es la primera reserva protegida del continente y la más grande de Sudáfrica. Sus casi dos millones de hectáreas se encuentran al noreste del país, tocando las fronteras de Zimbabue y Mozambique. Allí se albergan cientos de especies de mamíferos, aves y reptiles, si bien cada año las cifras disminuyen a causa de la caza furtiva. Sin ir más lejos en 2017, según las estadísticas oficiales, 504 rinocerontes fueron abatidos ilegalmente en el Kruger.

La posibilidad aún real de contemplar a un extenso número de animales extraordinarios en su hábitat natural convierte al Parque Nacional Kruger en una parada indispensable para miles de turistas año tras año. No lo es, sin embargo, para la población que vive alrededor de esta reserva. En un país con elevadas tasas de desempleo y donde los índices de pobreza superan el 50%, tal y como recoge Oxfam Intermón, no es de extrañar que no sean demasiados los vecinos de Phalaborwa los que puedan permitirse los al menos 581 rand por vehículo (algo más de 33 euros) que cuesta entrar por un día al parque, con entrada de casi cinco euros por persona aparte.

Es el caso de los niños y niñas que forman parte del programa Ecokidz, de la Fundación de Desarrollo Comunitario Sefapane, destinado a hacer de la conservación de la naturaleza una parte integral del plan de estudios de las escuelas de Phalaborwa. “El 70% de nuestro alumnado vive en un entorno de pobreza. Muchos de los padres son de Mozambique y están aquí sin documentación”, dice Tshepo Malalla, el director del colegio de primaria N’Wasorini, uno de los centros donde se imparte el programa educativo. “Involucramos a las familias a través de reuniones en las que les explicamos la importancia de lo que les enseñamos a sus hijos. Como parte del temario, por ejemplo, impartimos ‘Herramientas para la vida’, en la que se muestra cómo aplicar la protección al medioambiente en el día a día. Se trata de que el cuidado a la naturaleza sea para ellos una rutina”, añade.

“Es importante que el valor de la naturaleza se enseñe desde la infancia. Los alumnos están muy motivados y sus padres contentos porque lo que se enseña a sus hijos también es útil para no derrochar”, comenta Douglas, un profesor del colegio Popo, otro de los centros adscritos al programa. Con el apoyo de la Fundación TUI Care, 2.700 niños han recibido en el último año una hora a la semana de Educación ambiental impartida por monitores locales formados en esta materia, lo que contribuye a frenar el desempleo en una zona donde el 50% de los jóvenes no tienen trabajo. Con ellos aprenden sobre los seres vivos con los que comparten (aunque sea de lejos) territorio, estudiando además como preservar los recursos naturales que les rodean.

Elias Shai, uno de los guías involucrados en Ecokidz, señala que “el objetivo es conservar lo que tenemos. Por cuidar el entorno de la contaminación y por proteger a los animales de la caza ilegal, pero también por nosotros mismos. Vivir tan cerca del Parque Nacional Kruger es algo que tenemos que valorar, es una fuente de riqueza medioambiental pero también económica porque atrae a personas de todo el mundo”. Muy cerca del parque se encuentra el Campamento Sefapane de donde salen muchos de los safaris que coordina Elias. Se trata de un complejo de cómodas tiendas de campaña instaladas en los árboles en el que no sólo los turistas pueden pasar la noche y ver de cerca a los animales que viven alrededor del Kruger, también pueden disfrutar de ello centenares de niños y niñas del programa educativo de la Fundación de Desarrollo Comunitario Sefapane, como premio para aquellos que obtengan las mejores notas de la asignatura de Educación ambiental.

En lo alto de un gran árbol que sirve a la vez de aula y de pared de escalada en el campamento, Lidia, una de las monitoras de Ecokidz, lanza un acertijo: “Soy un animal muy vago y las hembras cazan para mí, ¿quién soy?”. La quincena de niños que la rodean se apresuran a levantar la mano para responder. “Soy un león”, contesta correctamente la niña seleccionada. Todos conocen con asombroso detalle las características y el entorno de muchos de los animales que habitan en la zona. Se nota que ‘los cinco grandes’ son sus favoritos, pero de lo que probablemente no sean conscientes es que ellos forman parte de lo que podría ser el sexto gran grupo del Kruger. Probablemente el más fundamental porque será el que lo proteja.

 

Este artículo ha sido posible gracias a la colaboración de Wiriko y TUI CARE FOUNDATION.

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Ruth Fernández Sanabria

Licenciada en Periodismo (UCM) y Máster en Estudios Africanos: Culturas y sociedades africanas (ULL). Fascinada por las realidades que construyen las identidades y convencida del papel de las creaciones artísticas como motor de cambio social. Coordinadora de la sección de Artes Visuales del magacín. (Tenerife) Contacto: ruth@wiriko.org