1:54 Marrakech, entre lo humano y lo divino

Por segundo año consecutivo Marrakech ha acogido la Feria de Arte Africano Contemporáneo 1:54, consolidando el propósito con el que nació esta plataforma de las artes visuales africanas y de la diáspora de presentar su riqueza y diversidad artística también en el continente. En Wiriko hacemos un recorrido por esta gran exhibición celebrada el pasado fin de semana a través de las obras de seis de sus artistas participantes, visiones que nos trasladan a distintas realidades africanas, tanto desde una concepción terrenal como ancestral, y que muestran que el arte no sólo puede ser semilla de cambio, también de acercamiento a otras culturas.

‘A tu lado’, Albahian (2018). J. Choumali

 

Nú Barreto

Banderas y cuerpos grises componen el trabajo de Nú Barreto. Nacido en Guinea-Bissau, ondea sus lienzos ante las injusticias. Y lo hace a través de enormes banderas sobre las que cuelgan en algunos casos obras literarias de reconocidos africanos como Patrice Lumumba, Cheick Anta Diop, Ken Bugul o Paulina Chiziane, y en contraposición, otras albergan balas, manchas rojas u objetos animistas. Elementos, estos últimos, que son recurrentemente desafiados en sus creaciones, a menudo protagonizadas por individuos grises que celebran el color ceniciento que suele dejar la piel seca en las personas muy negras, consideradas de menos valía en una de las tradiciones ancestrales de su país que atribuye mejor posición a los negros de piel más clara.

 

Armand Boua

La cruda realidad de los niños abandonados en las calles de Abiyán, en Costa de Marfil, se plasman en la obra de Armand Boua a través de gruesas pinceladas de alquitrán y acrílico sobre cartón en composiciones creadas a capas que construyen narraciones visuales incompletas, entre lo sutil y lo borroso, que denota el sumo cuidado con el que este marfileño trata esta dura escena callejera del mayor centro urbano de su país. Boua utiliza los cartones de la calle para plasmar su denuncia contra esta escena poco visibilizada de las migraciones urbanas que cuestionan la clase de desarrollo que concluirá de unas generaciones futuras ignoradas en la capital administrativa de Costa de Marfil.

 

Regragui Bouslai

Del arte como motor de cambio, pasamos a la creación artística como fuente de conocimiento cultural. Regragui Bouslai da a conocer la tradición oral y los elementos religiosos que se despliegan sobre los paisajes de su Marruecos natal mediante apretujadas narraciones visuales en las Bouslai habla del animismo, en el que se basa la espiritualidad de muchas comunidades africanas, y lo hace a través de personajes y animales que parecen temer la pérdida de su lugar. En coloridas pinturas en las que en ocasiones practica el scratch rascando con un trozo de madera para dar relieve a los cuerpos, el artista marroquí da protagonismo en sus cuadros a las miradas, compuestas por ojos vacíos, grandes agujeros como los que figuran en las máscaras tradicionales africanas para evitar los malos augurios.

 

Joana Choumali

A medio camino entre lo real y lo imaginado, Joana Choumali presenta en esta edición de la 1:54 ‘Alba’hian’, que en la lengua agni de Costa de Marfil significa la primera luz del día y con el que alumbra esta marfileña su último trabajo. En él deja a un lado su exquisita sensibilidad fotográfica y vuelve a sumergirse en la técnica mixta para crear una serie que rezuma la delicadeza de su firma con collages en los que mezcla dibujos, bordado y fotomontaje, todos ellos superpuestos en varias capas de tela transparente que envuelven sus recuerdos. Literalmente, porque sus composiciones se basan en las sensaciones que Choumali obtiene de sus paseos matutinos, una práctica rutinaria adoptada por la artista que se ha convertido en su ritual de introspección diario para conectar consigo misma llevando al lienzo lo que la luz le va descubriendo en las primeras horas de la mañana.

 

Soly Cissé

Dejamos los paisajes de ensueño para adentrarnos de lleno en el mundo mágico de Soly Cissé. El artista senegalés presenta cuerpos despojados de su identidad étnica que sobreviven entre los orígenes y la modernidad en pinturas híbridas y caóticas, desprovistas de armonía. Cargada de furia y color, la obra de Cissé representa un mundo de sombras que no se llega a saber si pertenecen a la tradición ancestral o al mundo actual, si bien el artista asegura que el objetivo de su trabajo no es dar lecciones de moral sino entrenar la comprensión de las personas sobre lo que vive y lo que sufre.

 

Athi-Patra Ruga

Y llegamos a la utopía de Atri-Patra Ruga, rebautizada por el artista como ‘Azania’, un mundo que no existe pero al que el artista sudafricano da vida en su obra para echar en cara su falta. Lujo, pasado colonial, política actual, tradición africana y cultura queer conviven en Azania en forma de parodia para cuestionar el status quo presente. Las coloridas y enigmáticas obras textiles creadas y fotografiadas por Ruga seducen al espectador al mismo tiempo que lo provocan. Al fin y al cabo, más allá de la fantasía el artista persigue un propósito: eliminar la persecución social de los futuros anales de la historia.

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Ruth Fernández Sanabria

Licenciada en Periodismo (UCM) y Máster en Estudios Africanos: Culturas y sociedades africanas (ULL). Fascinada por las realidades que construyen las identidades y convencida del papel de las creaciones artísticas como motor de cambio social. Coordinadora de la sección de Artes Visuales del magacín. (Tenerife) Contacto: ruth@wiriko.org