Soñar con los ojos abiertos

Dakar, Niamey y Bamako acogieron tres talleres consecutivos en noviembre de 2017 en el marco del programa ACERCA de capacitación de la Cooperación Española en pro del desarrollo cultural. Diseñados e impartidos por Héctor Mediavilla, permitieron que 35 jóvenes fotógrafos trabajaran en torno al concepto “afrotopía”. El término, acuñado por el senegalés Felwine Sarr y desarrollado en su libro homónimo, propone una nueva manera de mirar África, insistiendo en esa descolonización mental que reclaman muchos autores del continente. Además, dio título a la 11ª edición de la gran bienal de fotografía “Rencontres de Bamakoen 2018, de cuya sección Off formó parte esta muestra que ahora y hasta el 3 de enero puede visitarse en Casa África.

Casa África.

Mirada autocentrada

Para reflexionar acerca de su porvenir y de la contribución africana a este mundo globalizado, lo primero es partir de la propia realidad económica, ecológica, cultural y simbólica, es decir, valerse de los recursos endógenos. En este sentido, de las 25 propuestas que recoge la exposición, los temas que más se repiten son, por un lado, la preocupación por el medio ambiente y los estragos del cambio climático, y por otro lado, el protagonismo de las mujeres. 

Presencia de basura y residuos tanto en las imágenes nigerinas como en las senegalesas, destacando el contraste entre la elegancia de las modelos y la suciedad que parece no tener fin en ‘El reverso del decorado’, firmado por Ina Thiam. Además, varias instantáneas dejan constancia de la devastadora subida del nivel del mar en la otrora capital senegalesa Saint Louis (‘Erosión’, de Abdoulaye Touré), e impresiona el poderoso contraste del vivo azul del agua y el desolador blanco y negro de un paisaje que remite a sequía y hambre en la aportación del maliense Kadim “Bamba” M’Bayé, ‘África’.

Ellas son las más fotografiadas. Mujeres de todas las edades, desde las más mayores hasta las más pequeñas -siendo tremendamente evocadores los primeros planos de dos generaciones en ‘Colores en movimiento’, del fotoperiodista Assane Sow-; aunque predominando las chicas en edad de estudiar y empezar a trabajar. Sujeto femenino empoderado que está capacitado para dedicarse a lo que quiera, desde gasolinera (‘Mujeres emergentes’, de “Sam” Moussa Samake) hasta amazonas (‘Las nuevas caras de la mujer africana’, de Moctar Ba).

El reverso del decorado®Ina Thiam – Fotografía cedida por Casa África

Lucidez nigerina

El recorrido expositivo se inicia con Níger. Las nigerinas son fotografías que destilan un especial respeto por la tradición. ‘Los trajes gourmantché’ retrata a un sonriente miembro de la etnia saheliana luciendo, orgulloso, las vestimentas propias de su pueblo. Asimismo, en ‘La trenza en la cultura nigerina’, vemos a una niña luciendo el característico peinado, marca de identidad e, igualmente, patrimonio cultural.

Otras imágenes atestiguan la importancia otorgada al trabajo y a alimentos, como la moringa, el donut de soja -desayuno habitual en muchas zonas del país- o la carne seca, denominada kilichi, típica del Sahel y ejemplo del ingenio que se saca ante la adversidad de carecer de electricidad con la que conservar la comida. En idéntico esfuerzo de superación se presenta el reciclaje como revancha en los mercados de recuperación nigerinos o convirtiendo latas en huchas, porque ahorrar también es una forma de mirar hacia el futuro.

El comisario y profesor, Héctor Mediavilla, cuenta que los fotógrafos nigerinos fueron los más tímidos en un principio y esa contención se plasma en la aparente sencillez de sus obras. Sin embargo, Mediavilla celebra los “fulgurantes progresos” que experimentaron las propuestas de los talleristas quienes, al final, lo llenaron de obsequios como agradecimiento a su dedicación.

Las nuevas caras de la mujer africana®Moctar Ba – Fotografía cedida por Casa África

Imaginación senegalesa

Pese a contener el menor número de obras de la muestra, la parte de los creadores senegaleses ocupa un lugar preeminente en la pared que se ve nada más entrar a la sala Kilimanjaro de Casa África. Son fotografías que transmiten movimiento en su sentido más pleno: en el tiempo, con el ‘Time lapse’ de Lamine Dieme; en el espacio, con la voracidad del mar en las escenas de Saint Louis. Incluso la en apariencia estática silueta o ‘Bindé’, obra de Haïdar Chams, contagia al observador el dinamismo de una sociedad vibrante como es la senegalesa.

Sobresale el desafiante surrealismo de la ‘Supertopía’, de Khalifa N’Diaye, cuyas dos imágenes nos muestran al fotógrafo y a la vez modelo, literalmente, suspendido en el aire. Es una invocación a lo imposible: zafarse de las obstinadas leyes de la física. Como si N’Diaye quisiera retar al público africano a imaginar que cualquier cosa puede lograrse.

La elección®Tagaror Wallet Mohamed – Fotografía cedida por Casa África

Valentía maliense

Los más prolíficos parecen haber sido los malienses, habiéndose seleccionado el trabajo de una decena de artistas, con un fácilmente reconocible denominador común: una juventud despierta y preparada que pasa de la sombra a la luz gracias a la educación, como se aprecia en las piezas dobles de Amadou Diagabaté y de Mariam Tapily. Se entiende que Mediavilla subraye el entusiasmo y las ganas de arriesgar de los fotógrafos de este país dada la libertad con la que emplean superposiciones y collages que remiten al estilo cómic.

La clásica disputa entre tradición y modernidad también se plasma en las fotografías de Mali. De un lado, reconocimiento a las labores del campo -’Agricultura. La salvación de África para el desarrollo’, de Mamadou Traoré-, la ganadería -‘Todo valor es enriquecedor’, de Souleymane Diallo-, y al legado de líderes emblemáticos, como Léopold Sédar Senghor y Nelson Mandela, en el montaje doble de Fadio Traoré, ‘Inspiración’. De otro lado, la modernidad se simboliza mediante herramientas tecnológicas, como ordenadores portátiles o teléfonos móviles, que “arman” a las mujeres jóvenes.

Apuestas culturales como esta fotográfica “Afrotopía” ponen su granito de arena para que, como escribe y desea su comisario, “la visión de Sarr se vaya materializando y el resto del mundo reconozca que África tiene mucho por decir”.

 

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Ana Henríquez Pérez

(Gran Canaria, 1987) Periodista y comunicadora audiovisual apasionada por África Subsahariana. Máster en Culturas y Desarrollo en el continente vecino. Enganchada a las redes sociales, donde se me pasan las horas siguiendo la actualidad de casi todos los ámbitos. ¿Que qué temas me interesan de África? Uf, ¡¿cuáles no?! Todo lo artístico y social, lo relacionado con la mujer africana, la afrodescendencia, pero también las relaciones políticas y económicas, como la Françafrique y Chináfrica, y la implantación de las nuevas tecnologías.

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3 comentarios
  1. Héctor Dice:

    Gracias por tu artículo. Me ha gustado mucho, muestra que has mirado en detalle los trabajos de los participantes.

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