Retratos de mujeres desde dos perspectivas nigerianas: Rewa y Oluwole Omofemi

Sus miradas apuntan al feminismo y proceden desde Nigeria, sin embargo, las pinturas de Rewa y Oluwole Omofemi nada tienen que ver. Al fin y al cabo, hay tantas visiones de la mujer como mujeres existen y las percepciones hacia ellas no solo están condicionadas por las culturas y los entornos, también por las propias experiencias personales.

La de Rewa está marcada por su paso por Londres antes de regresar a Lagos, la capital nigeriana, e instalarse actualmente en Johannesburgo, Sudáfrica. Su desarrollo como artista es autodidacta, ella en realidad estudió Farmacia y se gana la vida en la industria de los seguros. Sin embargo, su obra resuma dedicación y nostalgia, como si su tiempo fuera de casa y de lo artístico no hicieran más que orientarle hacia un camino de vuelta a su ser. Omofemi, por su parte, siempre ha tenido clara su vocación como artista pese a la oposición de su familia. Una rebeldía presente en sus narraciones visuales, con claros signos de reivindicación, que este pintor crea desde Ibadán, al suroeste de Nigeria, donde nació. Sus visiones se dan cita hasta este domingo en la exposición Emancipation, en la Galería de Arte Africano Out of Africa, situada en el centro histórico de Sitges. Y en Wiriko les entrevistamos.

Ruth Fernández Sanabria: Sus obras tienen en común la representación de las mujeres, ¿qué les lleva a centrarse exclusivamente en esta temática?

Rewa: Tengo tantos adjetivos que puedo atribuir a las mujeres y a la forma femenina: hermosa, potente, surrealista, por nombrar algunos. Las mujeres dan luz a la vida y vertebran la sociedad, ¿cómo puede alguien no estar inspirado por la mujer? Me gustaría que mi público, ya sea hombre o mujer, mire a una de las mujeres que pinto y sea capaz de identificarse con su historia y el significado que hay detrás.

OLUWOLE OMOFEMI: Las mujeres en general son asombrosas para mí como artista y considero destacables las cualidades divinas únicas que poseen. Las mujeres negras, en particular, son únicas. ¡Lo negro es hermoso! Representan la plena expresión de los africanos en términos de belleza, identidad, aceptación de sí mismas, libertad, orgullo y creencias culturales de África. Otra historia fascinante, desde el punto de vista bíblico, es la creación de la Tierra que muestra que el negro ha estado en existencia incluso antes de que Dios ordenara la luz para salir de la oscuridad. Comprender la representación holística de las mujeres negras, particularmente su patrimonio cultural, es suficiente para apreciarlas.

R.F.S: Rewa, en tu trabajo artístico Nwa Agbo te muestras muy crítica con tu cultura igbo. ¿Por qué?

R: Se puede decir que la vida de una mujer igbo se divide en cuatro fases: la temporada Nwata (infancia), la temporada Nwa Agbo (adolescencia), la temporada Okenye (vida adulta) y, finalmente, la temporada Agadi (que significa otoño). Tradicionalmente, sólo cuando una mujer entra en la temporada de Agadi es considerada anciana, lo que le confiere el título venerado de «hombre honorario» y recibe todos los derechos y reputaciones que se conceden a esa fase. Al centrarme en la época Nwa Agbo, trato de que las representaciones vívidas y dominantes de estas mujeres jóvenes merezcan igual atención, con el objetivo de anular la colocación misógina de la mujer en la cultura patriarcal igbo. Las mujeres de esta fase no necesitan el título de «hombre honorario» para ser vistas u oídas. Hay una máxima de mi pueblo que dice: Mma nwanyi bu akwa; mma nwoke bu ego. Esto se traduce como «la belleza de una mujer está en su atuendo; la belleza de un hombre está en su dinero». Sentí que era hora de ampliar nuestro pensamiento para cultivar los roles de las mujeres en la sociedad más allá de los parámetros comúnmente definidos y restrictivos de los atributos físicos y superficiales. Mi pequeña contribución se basa en poner a las mujeres en un pedestal, en particular a las mujeres jóvenes que, en mi opinión, son las menos visibles cultural e históricamente.

R.F.S: Sin embargo, en Inu Nwunye (que significa mujer casada), expresas tu deseo de recuperar las prácticas simbólicas de tus antepasados. ¿Por qué esta diferencia con respecto a Nwa Agbo?

R: En el momento en que creé Inu Nwunye, estaba pasando por el ritual de una ceremonia de matrimonio occidental. Descubrí que muchas de nuestras prácticas históricas relativas a este rito se habían vuelto obsoletas. Nuestras antiguas costumbres culturales se habían desvanecido y habían dado paso a los sistemas occidentales omnipresentes. Así que en esta serie quise describir y resaltar las prácticas matrimoniales, ahora en desuso, de la cultura igbo.

R.F.S: En tu caso, Omofemi, ¿te ha inspirado de algún modo Nigeria en tu obra?

O.O: Nigeria es un país bendecido con un profundo sentido del patrimonio cultural y su gente, cuya tradición se extendió a través de los rincones y grietas de casi todos los países de la parte occidental de África. Las expresiones culturales y el estilo de vida de cada grupo étnico en Nigeria no sólo sirven como fuente de inspiración para mí, sino que también me da una visión holística y un pensamiento sólido al ejecutar una idea o concepto como artista, y la evidencia de esto se ve en mis pinturas. Además, mi encuentro diario con el pueblo y los antecedentes históricos de Nigeria como nación son parte de lo que me inspira.

R.F.S: En tus creaciones tiene especial relevancia el pelo afro. ¿Qué representa para ti?

O.O: Es un símbolo de identidad, orgullo y libertad para la comunidad negra. Es completo, majestuoso y esplendido. Es casi fascinante cuando se contempla en todo su esplendor, y no es ninguna exageración decir que es el tipo de cabello más flexible. A finales de los 60 y principios de los 70, los activistas de los derechos civiles llamaron más la atención sobre el evangelio del amor y esto ayudó a proyectar confianza, belleza y brillo a la percepción de las personas negras y su identidad diaspórica. Mi abuelo, que tenía una visión del mundo expansiva, captó este movimiento y modeló su mirada a lo largo de estas tendencias, lo que me dio mis primeros acercamientos a la mentalidad afro. A medida que crecía y comenzaba a evolucionar en mis inclinaciones artísticas, me di cuenta de que el concepto afro no se trata sólo de la apariencia, a pesar de que define una belleza suntuosa del cuerpo africano, sino que es una expresión de resistencia, recuperación y actualización. En este período en que todavía nos enfrentamos a desafíos raciales, resulta aún más pertinente desplegar la misma actitud dada en la actual globalización de las interacciones, en la que los enfrentamientos culturales son inevitables. El uso de este identificador único, ejemplificado por los peinados, ayuda a mantener nuestra negritud frente a la hibridación, mientras que también proyecta nuestras experiencias peculiares, cómo nos enfrentamos a los trastornos políticos que conducen a expansiones en las comunidades diaspóricas de todo el mundo.

R.F.S: ¿Por qué creen que su trabajo artístico debería conocerse?

R: Me gustaría continuar perpetuando mi cultura y educando a los espectadores sobre quiénes son los igbo de Nigeria. No soy una autoridad en este tema, pero aprendo continuamente y lo comparto, utilizando mis pinturas como un conducto. Espero que algún día mi trabajo se incluya en el diálogo histórico artístico sobre África, más allá de los confines de la amplia designación de arte africano contemporáneo.

O.O: Creo que mis pinturas deben ser conocidas por su impacto en la representación de las mujeres africanas, donde se muestra la identidad distintiva del cabello afro y el color de su piel.

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Ruth Fernández Sanabria

Licenciada en Periodismo (UCM) y Máster en Estudios Africanos: Culturas y sociedades africanas (ULL). Fascinada por las realidades que construyen las identidades y convencida del papel de las creaciones artísticas como motor de cambio social. Coordinadora de la sección de Artes Visuales del magacín. (Tenerife) Contacto: ruth@wiriko.org