Montserrat Anguiano Identitat: el procés de la meva negritud,

Pulsión creativa como declaración de identidad

Con el fin de dotar de un foco a los artistas afrodescendientes y de la diáspora en España, tradicionalmente desatendidas a nivel institucional, la exposición colectiva Identitat: el procés de la meva negritud, comisariada por Montserrat Anguiano en el Centre Cívic Barceloneta, se clausura este viernes 21 de mayo dando paso a una modalidad virtual durante un año más. Como resultado de una convocatoria abierta a la participación, la muestra se compone de una selección multidisciplinar de diecinueve artistas: Marian Davies, Nega Lucas, Rasha Masdá, Nicaurys Díaz, Malvin Montero, Pau Mar, Yamira Sánchez, Mamadou Diallo Balde, Geri Lavatza, Flora N’dongo, Noe Ávila, Yarro B., Ritha Thende Mingomba, Sandra Pereira, Z@b, Magda Mandje, Dagui Pierro, Johanna Méndez y Montserrat Anguiano. A sus narrativas visuales se han sumado, como parte del programa paralelo de actividades, Marga Mbande desde la música; Marcel Zamble desde la danza, o Isabelle Domingo desde la disciplina culinaria.

El resultado es un espacio diverso que acoge distintas formas de entender, sentir y vivir la identidad afro desde la pintura, la fotografía, la poesía, la performance, la ilustración, el collage, la estampa, el videoarte o la danza. Las piezas expresan de qué manera ha tomado conciencia cada uno de su negritud, generando un diálogo tanto entre obras como entre artistas.

No cabe duda de que tener referentes identitarios resulta para muchos tan necesario como el propio respirar, pero quizás para aquellos que no han vivido la otredad, es una cuestión que puede pasar desapercibida. Por ello, este tipo de iniciativas son fundamentales, no solo para difundir otras realidades, sino para que las personas racializadas dispongan de espacios donde su voz pueda ser escuchada y compartida.

“Nosotros necesitamos expresar ese dolor, esos fantasmas que tenemos dentro a través de nuestro arte, porque si no lo hiciéramos, pararíamos enfermos. Te hablo de problemas de salud reales, de problemas de autoestima, de no trabajarse a uno mismo”, afirma la pintora y poeta afrocatalana Montserrat Anguiano, que combina el rol de artista con el de comisaria en la muestra. “Todos y todas las artistas han expresado con su disciplina el golpe en la mesa de decir: Basta ya, hemos venido para que se nos vea y se nos oiga”.

Esta pulsión se ha manifestado a través de cada disciplina creativa como una herramienta, al tiempo que parecía haberse traducido en un proceso oxigenante para los artistas. No en vano el adjetivo más repetido por los mismos a la hora de hablar de su participación en la exposición ha sido sanador. Así lo han experimentado la bailarina interétnica, de ascendencia ecuatoguineana, Flora N’Kiacba N’dongo Saez desde Barcelona a través del dancehall, o el bailarín de danza clásica y contemporánea, de orígenes dominicanos, Malvin Starlin Montero Frias, desde Madrid. También Geri Lavatza, artista drag alterego del martiniqués Gege Mos, vibra rítmicamente en su potentísima pieza de videoarte respondiendo al coro que le interpela en Me gritaron negra (2020-2021), el poema homónimo de la afroperuana Victoria Santa Cruz.

Muchos de nosotros no hemos sentido lo que significa ser negro hasta que lo hemos madurado y hemos sido conscientes. Cada uno de los artistas a través de su disciplina artística muestra ese proceso de interiorización y aceptación de la negritud, porque sentirse y amarse como persona negra es un proceso, y a veces muy arduo.

La diversidad de propuestas demuestra el proceso tan personal que recorre cada creativo, manifestando su particular sentido de pertenencia al tiempo que permite reconocer una parte identitaria colectiva. Preguntamos a la comisaria sobre la expresión de algo tan íntimo como la propia identidad: “Este es un complejo proceso por el que pasamos para estar a gusto y conforme con nuestra identidad como personas afrodescendientes. Hemos nacido aquí o hay gente que lleva mucho tiempo aquí, pero, aunque parezca increíble, muchos de nosotros no hemos sentido lo que significa ser negro hasta que lo hemos madurado y hemos sido conscientes. Cada uno de los artistas a través de su disciplina artística muestra ese proceso de interiorización y aceptación de la negritud, porque sentirse y amarse como persona negra es un proceso, y a veces muy arduo”.

Como contrapunto, según Montserrat Anguiano, vivimos en un momento en el que encontramos iniciativas culturales que aportan visibilidad a los artistas de la diáspora y del colectivo afrodescendiente: “En España hay ofertas culturales que denuncian, antirracistas, afrofeministas, feministas, y cada vez se ven más. Pienso que es un momento muy significativo para la comunidad afrodescendiente. Creo que sí que hay interés en mostrar lo que hacemos, cada vez más. Este año en el Festival Grec el motor es África, y en los medios se ve cada vez más gente racializada. ¿Hace falta más gente? Sí, pero están cambiando las cosas, yo tengo la visión optimista de que sí”.

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Raquel Monteagudo

Con Historia del arte inició su contacto con las artes fuera de Europa, graduándose investigando la orfebrería en oro del grupo étnico de los akan. Ha continuado formándose y dedicándose al mundo de los museos, las artes decorativas y la difusión cultural. Actualmente se encuentra como becaria de gestión cultural de la AECID en el Centro Cultural de España en Bata. Espera poder aprender de África y sus expresiones artísticas durante mucho tiempo.
1 comentario
  1. Adoración Bolívar Castro Dice:

    Me parece superinteresante y además Urgente !!!
    Ya es hora de rehabilitar la raza Negra y recobrar su dignidad !!!

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