Estos AFROdisíacos culturales están transformando el sexo en África

Cada 6 de septiembre se celebra mundialmente el Día del Sexo, y por la combinación de la fecha (6/9), también se celebra el Día Mundial del Sexo Oral. Si bien según un estudio publicado por la Universidad de Baylor (Estados Unidos) el pasado 22 de agosto, la mayoría de africanos y africanas se muestran satisfechos con su vida sexual – el 18% la califica de 10-; en la mayor parte del continente, la demostración pública de afecto no es demasiado común y la sexualidad sigue siendo un tema tabú. Sin embargo, cuando uno observa los bailes, tanto tradicionales como modernos, que emergen de África, parecería que la sensualidad y el erotismo impregnan cualquier estilo. No para todos. Género y sexualidad van de la mano y siguen representando relaciones de poder y dominación que en África son ambiguas y representan una complejidad extra a la hora de ser analizadas.

JOHANNESBURG, SOUTH AFRICA - JUNE 16: A Soweto youth holds a free condom he received at a HIV/AIDS awareness event held by the non-profit Population Services International (PSI), ahead of a World Cup game on June 16, 2010 in Soweto, Johannesburg, South Africa. South Africa has the highest number of people living with HIV in the world, where almost one-third of women between the ages of 25-29 are HIV positive. (Photo by John Moore/Getty Images)

Fotografía de John Moore/Getty Images.

El pasado mes de febrero, la Kenya Film and Classification Board (KFCB), institución del gobierno keniano encargada de regular la creación, difusión, posesión, distribución y exhibición de películas en el país, prohibió un videoclip del rapero keniano Art Attack, por considerarlo escandaloso e ilegal – los «actos homosexuales» pueden ser castigados con hasta 21 años de prisión en Kénia-. El remix de Same Love (una versión del tema de Macklemore & Ryan Lewis que avivó el debate sobre los derechos del colectivo LGTBQI en Estados Unidos en 2012), ha sido censurado por considerarse una suerte de afrodisíaco musical gay. En palabras del KFCB: «esto va en contra de nuestra cultura». Algo muy similar a lo que sucedió con la película Stories of Our Lifes, una cinta que intentaba sensibilizar a los kenianos y kenianas acerca de la dura realidad que tienen que vivir los miembros de este colectivo a causa de la homofobia.

Las religiones cristiana y musulmana, así como otras creencias tradicionales, actúan en África de revulsivo contra una percepción natural de la sexualidad. Todo, reforzado por la legalidad de gobiernos oportunistas. Pero es la moral poscolonial conservadora de padres, profesores y hasta personal sanitario, en su afán de mantener el sexo entre sábanas, bajo llave y como un hecho meramente biológico y no social, lo que pone en riesgo, no solamente la libertad sexual, sino uno de los compromisos de los Objetivos del Desarrollo Sostenible: garantizar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos.

Pero, como siempre, música o cine pueden servir como un potente antídoto, un poderoso AFROdisíaco para estimular el pensamiento crítico.

Para sensibilizar, educar, informar y animar a los jóvenes a hablar sobre sexualidad, nació en 2009 la serie televisiva Shuga. Fruto de la campaña Staying Alive de la cadena de televisión MTV junto a UNICEF o ONUSIDA, cerró su 4ª temporada a finales de 2015 con menos audiencia de la que empezó. Mientras la primera temporada fue grabada en Kénia – donde con la oscarizada Lupita Nyong’o se alcanzó al 60% de los jóvenes del país-, su traslado a Nigeria comprometió la crítica social que ejercía. Si bien el objetivo es que los jóvenes africanos (y anglófonos) adquieran conciencia de la necesidad del uso del preservativo, en los países donde los índices de VIH son más elevados, donde las niñas sufren una presión emocional o económica más fuerte o el derecho a las libertades sexuales está más comprometido, hay que ir con cautela si no se quiere sufrir un debacle en los índices de audiencia.

Sin embargo, el triunfo de Shuga, cuya banda sonora triunfa en las principales pistas de baile, es su capacidad para filtrarse en emisoras de radio o redes sociales que, exentas de la censura de progenitores capitaneando el mando a distancia de la televisión en casa – siempre y cuando los gobiernos lo permitan-, siguen abogando por la educación sexual como arma para garantizar la salud de los africanos y africanas más jóvenes.

Para la 5ª temporada, Shuga se traslada a Sudáfrica, refugio de los homosexuales del continente pero con una de las mayores prevalencias de VIH del mundo. Su directora general, Georgia Arnold, ya ha desvelado que uno de sus protagonistas va a ser homosexual. Sin lugar a dudas, un avance para los recovecos más oscuros de la clandestinidad sexual.

¿Podremos celebrar en un futuro un Día Mundial del Sexo sin exclusiones ni tabúes? Sin duda, harán falta más estimulantes de autocrítica como éstos.

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Investiga y escribe sobre ciudades africanas, derechos humanos y música. Le mueve la creatividad con la que construye futuro la juventud africana en contextos urbanos, especialmente en África del Este. Sus campos de trabajo son el periodismo escrito y radiofónico, la investigación o la gestión cultural. Cofundadora de Wiriko y coordinadora de Seres Urbanos (EL PAÍS), actúa como consultora independiente para entidades del tercer sector y actualmente, es Técnica de Cooperación Internacional en el Ayuntamiento de Girona. Licenciada en Filosofía (UB), posgraduada en Estudios Africanos y Desarrollo (UPF) y máster en Culturas y Desarrollo en África Subsahariana (URV).